jueves, 19 de noviembre de 2009
Agrostologia Veterinaria
Facultad de Ciencias Médicas UDO-León
Carrera: Ingeniería Agronómica
Asignatura: AGROSTOLOGIA.
Unidad I: INTRODUCCIÓN A LA AGROSTOLOGIA
Dr. Harvin Sotelo Pinto. M V.
UNIDAD I. INTRODUCCIÓN A LA AGROSTOLOGIA.
Clase # 1.
Tema: Definición de la Agrostologia.
Importancia del cultivo.
Géneros y especies más importantes en el trópico.
Potencial forrajero de Nicaragua.
Definición Etimológicamente: Agrostologia significa: Agrosto, Agrost: (En griego: pastos, hierbas) y Logia: (estudio o Tratados).
Es la rama de la botánica que se ocupa del estudio de los pastos o hierbas (leguminosas o gramíneas), donde la hierba es una forma de vida vegetal que primero crece bajo sus pies y luego sobre su cabeza.
En momentos en que se presenta una fuerte lucha en los mercados mundiales de la producción y de los servicios, se hace cada vez más relevante la búsqueda de diferentes formas de reducción de los costos de producción, con el propósito de afrontar con éxito la competencia.
Importancia del Cultivo:
En el caso concreto de la producción animal, los forrajes constituyen la materia prima alimenticia de menor costo, que aprovecha las potencialidades de los animales para transformar un alimento barato en productos y subproductos para el consumo humano. Existe la gran dependencia de los concentrados para la alimentación de animales de alta producción de leche de materias primas importadas como la soya y el maíz amarillo, principalmente. Este hecho demanda un aporte económico siempre en crecimiento dada la devaluación persistente del córdoba con respecto del dólar, además de la competencia de estas materias primas con la alimentación humana y algunos monogástricos como los cerdos y aves. Es aquí donde cobra una importancia mayúscula el aporte de los forrajes en la alimentación animal, sobre todo con la introducción en los últimos tiempos de materiales que brindan mejores niveles nutricionales.
Este folleto aporta información sobre estos materiales forrajeros, de manera que puedan ser considerados a la hora de tomar decisiones sobre la alimentación que requieren los animales para exacerbar sus potencialidades genéticas y de bajar los costos de producción, para sobrevivir a la competencia del mercado de los productos y subproductos de origen animal.
Unidad #1 Generalidades sobre las gramíneas y las leguminosas.
Unidad #2 El establecimiento y manejo de pasturas
Unidad #3 Los sistemas de pastoreo
Unidad #4 La conservación de forrajes
Unidad #5 La producción de semillas de especies forrajeras.
Géneros y especies más importantes en el trópico:
Generalidades sobre las gramíneas y las leguminosas.
OBJETIVO GENERAL
• Analizar las características agronómicas y la importancia que poseen para el desarrollo pecuario las gramíneas y leguminosas de mayor uso en el país.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Reconocer las principales características morfológicas de las gramíneas y leguminosas.
2. Identificar las principales gramíneas y leguminosas de mayor importancia en el país.
Generalidades:
Nicaragua posee un rico potencial en tierras con vocación para la ganadería bovina extensiva (aproximadamente 4.5 millones de hectáreas), equivalente al 37% de las tierras en el ámbito nacional. Pero debido a la baja productividad, la ganadería ocupa mucho más terreno. La tierra es más barata en las montañas que en las proximidades de los centros urbanos. Este es el mecanismo que han seguido los ganaderos, comprar tierras en las montañas o convertir el bosque en pastos, en lugar de invertir con pastos mejorados en los potreros existentes. Así se ha ido expandiendo la frontera agrícola.
La base productiva pecuaria del país está conformada por pequeños y medianos productores, cuyos sistemas de producción incluyen la crianza de ganado vacuno en pequeña escala destinado básicamente a producción de leche y en menor medida a producción de carne, en aquellas regiones o departamentos en los que existe menor infraestructura económica y social.
Nicaragua tiene una riqueza considerable en árboles forrajeros, que actualmente no tienen aprovechamiento óptimo. Al mismo tiempo, hay gran interés y apreciación de la importancia de estos árboles por parte de los productores. Por lo tanto, hay la oportunidad
de fomentar su siembra y aprovechamiento, con bastante posibilidad de éxito.
El desarrollo de la actividad ganadera, principalmente de carne y doble propósito, se concentra en este tipo de suelos de baja fertilidad.
Las gramíneas y leguminosas forrajeras son y seguirán siendo la principal base para la alimentación y el desarrollo sostenible de los actuales y futuros sistemas ganaderos en el Trópico.
Las principales limitantes para el desarrollo forrajero del país consisten en los períodos largos de sequía, al manejo deficiente de las pasturas y al bajo contenido de nutrientes en el suelo; de ahí la importancia de seleccionar especies forrajeras que se adapten a diferentes condiciones agroecológicas, que sean resistentes a plagas y enfermedades, que presenten una mayor producción de biomasa y que sean de mejores calidades nutritivas, en relación con las especies nativas.
Las gramíneas, aparte de constituirse en el soporte de la alimentación ganadera, también lo son para la alimentación humana y en gran escala, ya que ofrece granos y cereales de consumo masivo diario: arroz, maíz, trigo, cebada, caña de azúcar, sorgo, entre otros.
La composición química de las gramíneas varía mucho entre especies, dependiendo, principalmente, del estado de madurez de la planta, de condiciones climáticas y del tipo de suelo donde se encuentre.
El consumo voluntario de estas, se ve afectado por su estado de crecimiento, su valor nutritivo y el manejo que se le brinde a la pastura, en cuando a sistema de pastoreo, carga animal, fertilización y control de malezas.
En los últimos años, las leguminosas han venido jugando un papel muy importante en el desarrollo ganadero en general, principalmente en Nueva Zelandia y Australia para la producción de leche, así como un componente más del sistema a tomar en cuenta para la sostenibilidad del sistema finca.
Estas plantas, sumamente variadas, son muy importantes por su alto valor nutritivo, por su producción de forraje, por su capacidad para mejorar y enriquecer el suelo y por su capacidad de fijar nitrógeno atmosférico, para una posterior conversión en proteína y un mejoramiento de la calidad y cantidad de la dieta suministrada a los animales.
MORFOLOGÍA DE LAS GRAMÍNEAS
Se calcula que en el mundo existen más de 10 000 especies de gramíneas, de las cuales el 60%, aproximadamente, se encuentran como pasturas naturales. El 40 % restante serían pasturas cultivadas, en monocultivo o asociadas con leguminosas. En Nicaragua existe alrededor de 1200 especies forrajeras, aproximadamente. Las más importantes son el pasto Jaragua (Hyparrhenia rufa), el pasto Ratana (Ischaemum indicum), el pasto estrella (Cynodon nlemfuensis), las Brachiarias spp y el pasto guinea o pasto Tanzania (Panicum máximum).
Por naturaleza las gramíneas (pastos como el alemán, el jaragua o el estrella) tienen un crecimiento más rápido, pero a consecuencia de ello poseen menor calidad solo alcanzan un 18% de proteínas. En cambio las leguminosas (maní forrajero, frijol canavalia, frijol caballero frijol mungo) Las leguminosas tienen una mayor calidad de nutrientes hasta en un 26 por ciento más que las gramíneas. Las gramíneas son plantas herbáceas de crecimiento anual o perenne. Se caracterizan por estar estructuradas en cinco partes fundamentales: raíz, tallo, hoja, flor y fruto (figura 1).
Figura 1. Componentes de una gramínea forrajera
1. La Raíz
Las primeras raíces se denominan embrionarias y viven poco tiempo, pues son sustituidas por la raíz permanente, la cual carece de nudos y escamas. Posteriormente, se desarrollan las raíces secundarias, caracterizadas por un gran número de raíces fibrosas ramificadas y densas, que ofrecen un gran soporte a la planta y le facilitan su nutrición.
2. El Tallo: Existen dos tipos de tallos: aéreos y subterráneos, formados por nudos e internudos. Los nudos siempre son macizos, mientras que los internudos pueden ser huecos o rellenos.
La mayoría de los tallos tienen la capacidad de producir una nueva planta, para lo cual utilizan yemas auxiliares. Ejemplo de esto, son las plantas estoloníferas, de tallos decumbentes o rastreros que se ramifican por la superficie del suelo como la Brachiaria decumbens y la Estrella africana. Existen también plantas con rizomas, tallos subterráneos que se reconocen por la presencia de nudos e internudos en forma irregular, producción de brácteas y presencia de raíces adventicias en los nudos como lo es el pasto Natural, Bermuda y Kikuyo. También hay plantas de crecimiento erecto como el pasto Elefante, Gigante y la Caña de azúcar, las cuales se reproducen por medio de tallos aéreos.
Existen gramíneas con tallos duros, leñosos, endurecidos por sílice y lignina como el bambú.
3. La Hoja: La hoja de las gramíneas es lanceolada y nace en los nudos de los tallos, de manera opuesta y una en cada nudo. La vaina nace en la parte superior del nudo; es una estructura cilíndrica que abraza el entrenudo.
La lámina que es la hoja verdadera, con una nervadura central principal y secundarias paralelas, puede ser pubescente o glabra (sin pelos).
4. La Flor: Las flores, por lo general, son hermafroditas, reducidas y agrupadas en inflorescencia. Todos estos órganos en conjunto forman las florecillas, las que en conjunto con las glumas, constituyen la espiguilla; unidad base de la inflorescencia.
Por lo general, existen tres tipos de inflorescencia: panícula, racimo y espiga (figura 2). La panícula, consta de una espiguilla, más una prolongación ramificada (guineas); el racimo es una inflorescencia sencilla, pedicelada a lo largo de un eje sin ramificar (estrella) y la espiga, su inflorescencia está sentada sobre el eje y tiene espiguillas muy juntas (avena).
Figura 2. Tipos de inflorescencia de una gramínea
5. El Fruto
El fruto de las gramíneas es el Cariópside, cubierto por la pared del ovario o pericarpio. El cotiledón recibe el nombre de escutelo. Las raíces seminales se encuentran en la región cotiledonar.
Las Leguminosas:
Las leguminosas, gracias a su capacidad para captar el nitrógeno molecular gaseoso, producen semillas con una gran cantidad de proteínas, que son los compuestos estructurales de las células vivas. Casi en cada región del mundo existe alguna leguminosa de importancia básica en la dieta: fríjol, haba, papas, lenteja, alubia, chícharo, garbanzo, etc. Las leguminosas no son tan significativas en países prósperos donde abundan la carne y los productos lácteos o en aquellas regiones del mundo pobladas por pescadores y cazadores o por pastores que tienen a su disposición abundante proteína animal, aunque en realidad estos grupos forman una parte pequeña de la población mundial y la gran mayoría de los seres humanos depende de alguna o varias leguminosas como fuente importante de proteínas. En nuestro país es el frijol (poroto) es la leguminosa de mas importancia.
Esta familia es más numerosa que la de las gramíneas, 15 mil especies, se diferencian de otras familias por rasgos morfológicos importantes, como frutos contenidos en una vaina o legumbre y flores de variado tamaño y vistosidad. Entre la leguminosas más usadas en Chile están: Alfalfa (Medicago sativa), Tréboles (Trifoliums), Lotera o Alfalfa chilota (Lotus sp.), Se les llama dicotiledóneas porque su semilla posee dos cotiledones.
MORFOLOGIA DE LAS LEGUMINOSAS
SEMILLA: La semilla de leguminosa posee dos cotiledones, los cuales proporcionan los nutrientes necesarios para el desarrollo del embrión. Estos además pueden realizar actividad fotosintética antes de que aparezcan las hojas verdaderas.
FRUTO: El fruto es una vaina, la que se desarrolla a partir del único pistilo. El número de semillas que pueda contener la vaina es variable en las diferentes especies.
INFLORESCENCIA: La inflorescencia está compuesta por un gran número de flores, las cuales varían mucho en cuanto tamaño, forma y vistosidad. Siendo todas distintivas, de colores brillantes y típicamente adaptadas a la polinización por insectos.
HOJAS: Las hojas de las leguminosas son trifoliadas y presentan características bien definidas, distinguiéndose en ellas las siguientes partes: lámina compuesta o folíolos, pecíolos, estipulas.
Algunos tipos de inflorescencias de leguminosas
Algunos tipos de folíolos de las hojas de leguminosas
ESTOLON: El estolón es un tallo que ha modificado su hábito de crecimiento constituyéndose en uno rastrero, pudiendo ser igualmente productivo.
NODULOS: Los nódulos son la principal característica de las leguminosas, ya que ellos le permiten fijar nitrógeno atmosférico. Estos nódulos son formados en las raíces por ciertas bacterias (Rhizobios), existiendo una simbiosis entre la planta y el microorganismo.
RAIZ: La raíz principal o pivotante posee ramificaciones laterales que se originan pronto después de la germinación y producen numerosas ramificaciones secundarias.
ESTRUCTURA DE UNA LEGUMINOSA
Valor nutritivo de los pastos tropicales:
Los pastos constituyen el principal recurso para la alimentación bovina en el trópico. Uno de los factores limitantes de las gramíneas tropicales es su bajo contenido de proteína y baja digestibilidad lo cual influye negativamente en el consumo y por ende en la producción animal. La calidad del forraje está asociada con el estado de crecimiento de la planta, el tipo de planta y los factores del medio ambiente. Ninguna especie de planta mantiene todo el año los nutrientes que son requeridos por los animales en pastoreo, especialmente los requerimientos para crecimiento y reproducción.
Sin embargo, algunas plantas contienen más nutrientes que otras, aunque sean del mismo tipo.
COMPONENTES DEL VALOR NUTRITIVO DE LOS PASTOS
La capacidad de los pastos de garantizar o no las exigencias nutritivas de los animales para el mantenimiento, crecimiento y reproducción es lo que se conoce como valor nutritivo. En términos generales, el valor nutritivo de las especies forrajeras es la resultante de la ocurrencia de factores intrínsecos de la planta como son la composición química, digestibilidad, factores ambientales, factores propios del animal y la interacción entre las pasturas, el animal y el ambiente.
Composición química
Indica la cantidad de nutrientes orgánicos y minerales presentes (aunque no de su disponibilidad para el animal), así como la existencia de factores o constituyentes que influyen negativamente sobre la calidad.
1. Proteína cruda. Un contenido bajo de proteínas resulta en una disminución del consumo de forrajes. El nivel crítico de la proteína en forrajes tropicales, por debajo del cual limita el consumo está establecido en 7% (base seca). Este nivel está considerado como el mínimo para garantizar un balance de nitrógeno positivo; este valor es superado fácilmente bajo condiciones adecuadas de humedad y manejo apropiado (fertilización, estado de madurez, presión de pastoreo). De ahí que la valoración cuantitativa del tenor proteico del forraje sea la base para conocer si satisface los requerimientos del rumiante. Este puede dividirse en dos componentes: necesidades de amoníaco para el crecimiento de las bacterias en el interior del rúmen y de aminoácidos que serán absorbidos en el intestino delgado.
Una característica deseable en los forrajes y otros alimentos es la de proveer una fuente adicional de proteína (proteína sobrepasante) para ser digerida y absorbida en el intestino delgado y que complemente de forma satisfactoria el suministro de aminoácidos procedentes de la proteína microbiana. Para la mayoría de los recursos alimenticios de los países tropicales, las ventajas de la proteína sobrepasante descansan sobre los efectos de aumentar la eficiencia de utilización de los nutrientes absorbidos y del incremento del consumo voluntario. Estos efectos son adicionales a su papel como complemento de la proteína microbial.
2. Extracto etéreo. Compuestos orgánicos insolubles en agua, que pueden ser extraídos de las células y tejidos por solventes como el éter, benceno y cloroformo. En líneas generales, proveen energía y otros nutrientes y su disponibilidad para el animal es alta, aunque incluye proporciones variables de otros compuestos con poca importancia nutricional. Buena parte del material que es analizado típicamente como grasa en los pastos es, de hecho, algo distinto a las grasas verdaderas.
3. Carbohidratos. Principales componentes de los forrajes y son responsable de las 3/4 partes del peso seco de las plantas. La determinación del valor nutritivo de los carbohidratos estructurales es un aspecto que ha recibido mucha atención, desde que su presencia en una dieta influye tanto en la digestibilidad como en el consumo del pasto ofrecido. Uno importante carbohidrato estructural lo constituye la lignina. Ëste compuesto complejo, heterogéneo y no digerible por los microorganismos ruminales ni por las enzimas intestinales, se encuentra incrustado en la pared celular de los tejidos vegetales. Su contenido aumenta con la madurez, siendo responsable de la digestión incompleta de la celulosa y la hemicelulosa y el principal factor limitante de la digestibilidad de los forrajes.
Los carbohidratos no estructurales están disponibles casi en 100% para el animal, al ser digeridos fácilmente por los microorganismos del aparato digestivo y/o enzimas segregadas por el animal. El tipo de carbohidratos en la dieta y su nivel de consumo determinan con frecuencia el nivel de rendimiento productivo de los rumiantes.
4. Minerales. El contenido de minerales en los forrajes es muy variable ya que depende del tipo de planta, del tipo y propiedades del suelo, de la cantidad y distribución de la precipitación y de las prácticas de manejo del sistema suelo-planta-animal.
Con algunas excepciones, los minerales para el crecimiento y producción de los animales
son los mismos que los requeridos por las plantas forrajeras. Sin embargo, las concentraciones normales de algunos elementos en las plantas pueden resultar insuficientes
para satisfacer los requerimientos de los animales, mientras que en otros casos, ciertos minerales se encuentran en niveles que resultan tóxicos para los animales pero sin causar ningún daño a las plantas. Los rangos de concentraciones de minerales en los forrajes son generalmente muy amplios, sin embargo, en muchos casos se han detectado deficiencias minerales en rumiantes que consumen forrajes en niveles aparentemente adecuados. Ello significa que su digestión o absorción aparentemente ha sido limitada por condiciones de la planta, del animal o del manejo al cual son sometidos.
Digestibilidad
La digestibilidad aparente de un pasto, expresa la proporción en que se encuentran los nutrientes digestibles y su utilización con respecto al total del alimento ingerido por el animal. Una digestibilidad del 65% en un forraje es indicativo de un buen valor nutritivo y permite un consumo adecuado de energía en la mayoría de los animales.
Energía
El consumo de energía bruta o la energía total contenida en los forrajes aporta escasa información para evaluar el valor nutritivo. La energía digestible posee cierto valor para expresar las necesidades de un animal y para la valoración de un forraje ya que toma en cuenta las pérdidas de energía a través de las heces. La energía metabolizable resulta más valiosa para determinar los valores energéticos y las necesidades debido a que toma en cuenta las pérdidas de energía ocurridas en la orina y a través de los gases.
Consumo voluntario
Es de importancia decisiva en el valor nutritivo del forraje. Un pasto con una composición química excelente es de poco valor nutritivo si no es consumido por el animal. El consumo voluntario de un forraje es definido como la cantidad de materia seca ingerida por el animal diariamente cuando dicho forraje es ofrecido a voluntad.
FACTORES QUE AFECTAN LA CALIDAD NUTRITIVA DE LOS PASTOS
Son muchos los factores determinantes de la composición química de los pastos.
Entre ellos se citan factores propios de la planta (especie, edad, morfología, etc.), factores
ambientales (temperatura, radiación solar, precipitación, fertilidad y tipo de suelo) y factores de manejo que el hombre ejerce sobre la pastura.
Factores genéticos
En las gramíneas tropicales, existen algunas diferencias interespecíficas en composición química y digestibilidad, sin embargo, las principales diferencias se presentan cuando se comparan con las leguminosas, siendo la características más resaltante el hecho que en un mismo estado fisiológicos, las leguminosas tienen un mayor contenido de proteína y de elementos minerales que las gramíneas.
Factores morfológicos
Se ha observado que las hojas contienen mayor contenido de proteína, menor contenido de fracciones fibrosas lo que le confiere una mejor calidad y por ende mayor consumo por los animales en comparación con los tallos. Otros factores morfológicos que afectan la calidad son: altura de la planta y estructura de pastizal. Las especies de porte alto son consumidas en mayor proporción que las de porte bajo debido a los hábitos de consumo de los animales
Factores fisiológicos
La edad o estado de madurez de la planta es tal vez el más importante y determinante de la calidad nutritiva del forraje. Durante el proceso de crecimiento de la planta, después del estado foliar inicial hay un rápido incremento de materia seca y un cambio continuo en los componentes orgánicos e inorgánicos. A medida que avanza el estado de madurez, la formación de los componentes estructurales (lignina, celulosa y hemicelulosa) ocurren en mayor velocidad que el incremento de los carbohidratos solubles; además, los componentes nitrogenados progresivamente constituyen una menor proporción de la materia seca. Esto se debe tanto a la pérdida de hojas como al aumento progresivo de la lignina, uno de los componentes estructurales que forma parte esencial de la membrana celular, el cua dificulta la digestión y disminuye el valor nutritivo de los pastos.
En cuanto al contenido proteico, las gramíneas tropicales presentan niveles relativamente
altos en los estadios iniciales de crecimiento, para luego caer marcadamente hasta antes de la floración. Esta disminución continúa hasta la madurez, momento en que el N es traslocado de las hojas a los tejidos de reservas (base de tallos y raíces). Al igual que la digestibilidad y el contenido proteico, el consumo voluntario también se ve afectado negativamente por la madurez; además, el desarrollo vegetal trae consigo cambios morfológicos que contribuyen a la disminución del valor nutritivo de los forrajes.
Factores climáticos
Los pastos poseen características fisiológicas y morfológicas propias que le brindan adaptación específica para su crecimiento y calidad. Sin embargo, experimentan modificaciones morfológicas en su rendimiento y calidad cuando ocurren cambios en las condiciones climáticas, donde la temperatura, la radiación solar, las precipitaciones y su distribución son los componentes de mayor influencia bajo las condiciones tropicales.
Temperatura. Los procesos bioquímicos y fisiológicos básicos relacionados con la síntesis, transporte y degradación de sustancias en las plantas están influenciados por la temperatura. No todas las especies de pastos tienen el mismo valor óptimo de temperatura para el cumplimiento de estas funciones. Cuando este valor óptimo es superado, los pastos utilizan mecanismos estructurales para reducir los efectos de estrés por altas temperaturas, como es el aumento del contenido de la pared celular, en especial de la lignina, la cual reduce de forma muy marcada la digestibilidad y la calidad de los pastos.
Radiación Solar. Se encuentra muy relacionada con procesos fisiológicos fundamentales,
vinculados con el crecimiento y los cambios morfológicos que experimentan los pastos y forrajes a través de su desarrollo. Influye en los procesos metabólicos de la planta que determinan su composición química, por cambios en la intensidad y en la calidad de la luz. El aumento en la intensidad de la luz favorece los procesos de síntesis y acumulación de carbohidratos solubles en la planta, mostrando un comportamiento inverso con el resto de los constituyentes solubles y estructurales, siempre que otros factores no sean limitantes.
Precipitaciones: El volumen de agua caída por las precipitaciones y su distribución a través del año ejercen efectos notables en el crecimiento y la calidad de los pastos, debido a su estrecha relación con los factores bioquímicos y fisiológicos que regulan estos procesos biológicos de gran complejidad. Tanto el exceso como el déficit de precipitaciones pueden provocar estrés en los cultivos forrajeros. En el caso del primero, generalmente ocurre en los suelos mal drenados durante la estación lluviosa o en las regiones donde las precipitaciones son altas durante todo el año. Su efecto fundamental radica en que causa anoxia en las raíces, afectando su respiración aeróbica, absorción de minerales y agua.
Sin embargo, el estrés por sequía es más común en las regiones tropicales, afectando el comportamiento fisiológico y morfológico de las plantas. El efecto depende de su intensidad y el estado de crecimiento y desarrollo de la planta. En este sentido, podemos plantear que el aumento en la calidad de los pastos debido al estrés hídrico está asociado a cambios morfológicos en las plantas, tales como: reducción en el crecimiento de los tallos y aumento en la proporción de hojas, elementos característicos en el retraso de la madurez de las plantas. Por su parte, el estrés hídrico disminuye la concentración de la pared celular en las hojas y tallos de los forrajes, aunque de forma variable en sus componentes estructurales (celulosa, hemicelulosa y lignina), atribuible esto último a la necesidad de la planta de mantener altos valores de carbohidratos en formas solubles durante los ajustes osmóticos.
Factores de manejo
El crecimiento y la calidad de los pastos pueden variar considerablemente de acuerdo con el manejo a que son sometidos, con efectos favorables o no en dependencia de la especie de planta y las condiciones edafoclimáticas donde se desarrollan. Se destacan entre ellos la altura de corte o pastoreo, la carga animal y el tiempo de ocupación entre otros.
Frecuencia y altura de corte o pastoreo. En la utilización de los pastos y forrajes, la altura y el momento de la cosecha constituyen elementos básicos en su manejo, por la influencia que estos ejercen en su comportamiento morfofisiológico y productivo. El aumento de la edad de rebrote provoca cambios significativos en los componentes solubles, estructurales y en la digestibilidad de los pastos, lo cual hace que su valor nutritivo disminuya con el avance de la edad. Sin embargo, su utilización a edades tempranas también provoca efectos negativos no sólo por la baja concentración de la materia seca y de los nutrientes sino por poseer un contenido de reservas en las partes bajas de los tallos y raíces de la planta que no le permite un adecuado rebrote y crecimiento vigoroso después del corte o el pastoreo.
Carga y tiempo de ocupación. La carga animal es la variable más importante en el manejo de pastos y determina la productividad por animal y por área. Su efecto fundamental es a través de los cambios que se producen en la disponibilidad y el consumo de los pastos con influencias marcadas en la estructura y composición química de la planta. En términos generales, a mayor presión de pastoreo el animal tiene una menor capacidad de selección y en consecuencia, ingerirá alimentos de menor calidad.
Sin embargo, esta relación no es lineal pues a bajas presiones de pastoreo se reduce la eficiencia de utilización de la pastura lo cual redunda en una acumulación de material forrajero de menor calidad, problema que aparentemente no puede ser superado mediante la selectividad. Por tanto, es importante buscar un adecuado balance entre el rendimiento, la composición química y el contenido de reservas en las partes bajas y subterráneas de los pastos, con el fin de favorecer una máxima persistencia y utilización.
ALTERNATIVAS TÉCNICAS PARA MEJORAR EL VALOR NUTRITIVO
Selección de la especie. Para seleccionar la especie forrajera a sembrar es necesario tomar en consideración una serie de características inherentes a la planta, que permitan proveer las posibilidades de éxito de la pastura. Estas características básicas son: a) adaptación a factores climáticos, edáficos y bióticos; b) alto potencial productivo y de calidad; c) factores morfológicos y fisiológicos relacionados con el manejo.
Control de la frecuencia y altura de corte o de pastoreo. Estas prácticas de manejo son importantes para obtener altos rendimientos de materia seca con una buena composición química y excelente digestibilidad, generar un alto nivel de consumo de la materia seca producida, a la vez que, manejar una buena carga animal que permita consolidar una buena persistencia y la utilización del pastizal
Control de la carga animal o presión de pastoreo. Seleccionar un método adecuado de utilización de pasturas, adaptar un sistema de tiempos de pastoreo u ocupación, de reposo satisfactorio y presión de pastoreo, tanto para la planta consumida como para los animales que la pastorean.
Control de la fertilización. La fertilización nitrogenada puede modificar el patrón de crecimiento de las gramíneas tropicales. Se ha utilizado como práctica, la fertilización a las salidas de lluvias con la finalidad de lograr un incremento en la cantidad de forraje en los potreros de uso diferido.
Mejorar el suministro de forrajes en épocas de escasez. Mediante el riego, suministro
de alimento concentrado, suministro de residuos de cosechas y agroindustriales y conservación de forrajes (henificación y ensilaje).
Uso de animales con elevada capacidad de consumo de forrajes tropicales.
La formación de mestizos doble propósito a partir del uso de razas criollas adaptadas a nuestro medio tropical y con una alta capacidad de pastoreo, se constituye en una de las prácticas necesarias para aumentar el potencial de producción de los rebaños mestizos tropicales.
Uso de leguminosas. El papel más importante de las leguminosas forrajeras se presenta cuando se cultivan en asociación con las gramíneas, ya que además del aporte individual de las leguminosas a la dieta, en términos de calidad y cantidad, se sumi- nistra nitrógeno a la gramínea asociada, la cual aumenta su producción de proteína cruda y por extensión, la disponibilidad de proteína para el animal en un porcentaje significativamente mayor que en gramíneas solas.
CLASE # 2.
ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PASTURAS
OBJETIVO GENERAL
• Describir los diferentes métodos de establecimiento, manejo y mantenimiento de pasturas, además de identificar las técnicas de recuperación de pasturas.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Explicar los diferentes pasos para el establecimiento de pasturas.
2. Identificar los principales métodos de preparación y siembra de forrajes.
3. Describir la importancia y las diferentes técnicas de los sistemas silvopastoriles más utilizados en los sistemas productivos.
A. GENERALIDADES
Cuando se planifica establecer una pastura, por lo general, se encuentra un terreno cubierto por una vegetación no deseable, la cual se debe eliminar, parcial o totalmente, para sembrar la o las especies que se espera dominen el área en el menor tiempo y costo posible. La especie que eventualmente se desea establecer, enfrenta una problemática muy compleja, en la que su desarrollo y persistencia, como planta forrajera, va a depender de que el medio y las condiciones le sean favorables para lograr un buen establecimiento y, por ende, una buena persistencia.
Las especies sembradas interactúan y compiten entre sí para aprovechar los recursos del medio ambiente, nutrimentos y agua para las raíces, lo mismo que por la radiación y el espacio, a nivel aéreo. Las plántulas y rebrotes de las malezas pueden ser un problema menor o mayor dependiendo de la reserva de semillas, de la vegetación original, o del vigor de éstas con respecto a la agresividad de la nueva especie a establecer, así como también dependiendo del ambiente; por ejemplo, en el Trópico Húmedo el problema de malezas es mayor que en el Trópico Seco, lo cual hace que el establecimiento sea más problemático, en el primero. El buen manejo que se le dé al terreno para eliminar la vegetación original, la eliminación de la mayor cantidad de semillas de especies no deseables, son factores determinantes para lograr una buena germinación, buena cobertura, mayor persistencia de la pastura y por ende un éxito en el establecimiento. Además, es muy importante la calidad y cantidad de semilla a utilizar, a la hora de la siembra.
La topografía del terreno puede estar ligada a diferentes niveles de nutrientes y dependiendo del nivel de precipitación y pendiente puede ocurrir erosión y lavado de semillas. La textura y estructura del suelo, su calidad y grado de compactación puede favorecer más el desarrollo de algunas especies que de otras. Así también, la temperatura ambiental, la radiación y la disponibilidad de agua o el grado de humedad, afecta la germinación de la semilla y el crecimiento de la planta.
Las plagas y enfermedades pueden eliminar, selectivamente, plántulas deseables e indeseables dependiendo de su grado de incidencia y de la severidad del daño. Lo anterior también va a determinar el éxito o fracaso del establecimiento. Las hormigas, grillos, roedores, y pájaros son plagas muy dañinas a la hora del establecimiento de pasturas. Las enfermedades durante el establecimiento producidas por bacterias y hongos pueden causar la pudrición del cuello de las plantas, la defoliación o muerte de las mismas, llegando así a afectar la cobertura y el establecimiento de las pasturas.
El éxito en el establecimiento de una especie forrajera depende de varias condiciones, a saber:
• Un intrínseco vigor de establecimiento (viabilidad y tamaño de semilla, capacidad de fotosíntesis y rapidez de enraizamiento).
• Resistencia y/o tolerancia a plagas y enfermedades.
• Tolerancia a períodos cortos de sequía.
• Su adaptación para aprovechar eficientemente los recursos de nutrimentos y agua del medio.
• Su agresividad y competitividad con especies no deseables.
• Su capacidad de asociación.
B. ESTABLECIMIENTO DE PASTURAS
Varios son los factores que interactúan durante el establecimiento de una pastura; tales como los relacionados con el clima, suelo, plagas, enfermedades y los relativos a la clase y calidad de la semilla utilizada.
Cuando la siembra se realiza con semilla sexual, gámica, es necesario tener presente dos aspectos fundamentales que son: pureza y germinación, o bien, el producto de estos dos valores, conocido como semilla pura germinable (SPG.), que expresa la proporción de semilla que germinará en condiciones normales de temperatura y humedad. La pureza es el peso, expresado en porcentaje, de la fracción definida como semilla pura, mientras que la germinación es una medida de viabilidad de la semilla; ambos factores definen la calidad de ésta.
Si se planifica la siembra de pasturas utilizando semillas sin problemas de latencia (inhibidor de germinación), las fallas en el establecimiento se deberán a pérdidas de semilla por acción de predadores como pájaros u hormigas, falta de emergencia por siembra muy profunda o por formación de una costra dura en la superficie del terreno; así también puede darse el caso de que haya muerte de plántulas por estrés ambiental o enfermedades.
La capacidad de emergencia a diferentes profundidades de siembra está relacionada con la especie y estrechamente con el tamaño de semilla. El vigor de la plántula depende de este factor y de la proporción relativa del embrión; especies con embriones de mayor tamaño producen plántulas más vigorosas. Semillas grandes poseen la ventaja inicial de emerger más rápidamente de siembras profundas, desarrollan más rápidamente la radícula e inician una vigorosa diferenciación foliar; todos estos son factores que contribuyen al establecimiento exitoso de pasturas.
La latencia es una característica muy común en las semillas de gramíneas recién cosechadas, debido a inhibidores de la germinación o inmadurez del embrión; normalmente este tipo de latencia se pierde con el almacenamiento. Existen dos tipos de latencia, una fisiológica debido a la inmadurez del embrión y la otra causada por el impedimento físico de las estructuras florales que cubren la cariópside a la entrada del agua y / o oxígeno. Este tipo de semillas responde muy bien a los tratamientos de escarificación con ácido sulfúrico concentrado (H2SO4), comparado con otros métodos como nitrato de potasio (KNO3), agua caliente y congelamiento. La acción corrosiva del ácido sobre las estructuras florales que cubren la cariópside permite la entrada de gases y humedad que estimulan la germinación. La respuesta al ácido sulfúrico es mayor en semillas almacenadas por varios meses que en las recién cosechadas, debido a que en estas últimas, la inmadurez del embrión impide la germinación.
En semillas de leguminosas la dureza de la cáscara no permite la entrada normal de agua y es el principal factor de latencia. Semillas duras mantienen la viabilidad por más tiempo y constituyen una permanente reserva en el suelo que asegura la supervivencia de la especie, pero desde el punto de vista agronómico, este tipo de latencia causa irregularidad en la germinación y por un período prolongado que limita el establecimiento de poblaciones de plantas altas y uniformes. La germinación de estas semillas pueden mejorarse con métodos de escarificación mecánica (bandas con liga), o con ácidos y agua caliente.
El éxito en el establecimiento es fundamental para lograr la persistencia y la estabilidad de una pastura o de un campo de multiplicación de semilla. Esta fase es de mucho cuidado, ya que en ella se deben tomar en cuenta una serie de factores que interactúan durante el establecimiento, como son: el clima, el suelo, las plagas y enfermedades y el tipo y calidad de semilla utilizada, con el objetivo de llegar a establecer una pastura ya sea sola o asociada con leguminosas, adaptada a las diferentes condiciones agroclimáticas del país.
Para lograr un buen establecimiento se debe de seguir una serie de pasos, como los siguientes:
1. Planeación: Antes de emprender una siembra, se debe tener claros los objetivos, la capacidad de inversión, las condiciones edafoclimáticas, los recursos humanos y la (s) especie (s) por establecer. Es muy importante tener presente el análisis químico del suelo donde se va a llevar a cabo dicho establecimiento, con el propósito de poder suplir los nutrientes necesarios.
2. Preparación del terreno: Normalmente la preparación empieza por la eliminar la vegetación existente, ya sea por medio del agotamiento de las reservas de esta, por la aplicación de herbicida o por medio de la quema, en última instancia. El objetivo de la labranza es el de mejorar las condiciones físicas del suelo, con el fin de obtener las condiciones adecuadas para facilitar el contacto de la semilla con el suelo y ayudar a un mejor desarrollo radicular.
Existen diferentes métodos de preparación como son:
a. Labranza convencional: Consiste en un pase de arado o subsolador, más dos de rastra. Este método es recomendado para zonas con períodos secos estacionarios y en terrenos planos. En zonas con altas precipitaciones no es muy recomendado ya que se produce mayor pérdida de semilla por arrastre o tapado.
Preparación mecánica.
Se debe procurar que el terreno no quede muy fino sino con pequeños terrones y residuos de raíces y rastrojos, con el fin de asegurar un buen anclaje de la semilla, evitando así la pérdida de semilla por lavado y reducir la erosión. Cuando la siembra se realiza por medio del material vegetativo, la superficie del suelo debe quedar rugosa y con algunos terrones.
Se recomienda preparar el terreno con suficiente tiempo en zonas con alta incidencia de malezas. Por lo general se debe realizar antes del inicio de la siembra, para controlar la vegetación existente.
En aquellos lugares donde exista exceso de humedad o encharcamiento, se debe nivelar el terreno o construir drenajes antes de la siembra.
b. Labranza mínima: Consiste en el uso de implementos como arado de cincel o subsolador, con el fin de controlar la vegetación existente. Este método es ideal en aquellas pasturas que presentan raíces superficiales; además tiene la ventaja de que no produce compactación del suelo por efecto de preparación. Al remover los primeros 10-15 cm, deja una capa superficial poco rugosa y terronuda.
Este método de labranza se utiliza para lograr recuperación de pasturas degradadas, ya que se pueden hacer introducciones de leguminosas, aplicaciones de fertilización o resiembra, con el fin de mejorar la calidad productiva.
c. Labranza sin laboreo entre surcos: Este método es utilizado, fundamentalmente, para la introducción de gramíneas y leguminosas y consiste únicamente en la preparación del surco donde se van a sembrar las especies por introducir.
Dicha preparación se lleva a cabo quemando con herbicida los surcos o franjas donde se va a sembrar o a introducir las nuevas especies.
d. Sin labranza: Conocido como cero labranza, consiste en la aplicación de herbicidas, con el objetivo de controlar la pastura nativa en las áreas donde se van a introducir las nuevas especies. Este método es ideal para todo tipo de terreno, pero especialmente para aquellas zonas donde exista una topografía ondulada y de mucha pendiente que impida el uso de maquinaria.
Preparación cero labranza.
3. Época de siembra: Es aconsejable establecer los pastos de 15 a 30 días después de estabilizadas las lluvias, cuando no son tan fuertes, pues el exceso de humedad causa problemas de germinación sobre todo de especies con semillas pequeñas; alternativamente, las siembras con material vegetativo son más exitosas en condiciones de alta humedad ambiental y este factor es importante al tomar decisiones, en relación con la clase de semilla disponible.
Como regla general, la precipitación en el trópico se incrementa progresivamente a partir de mayo, hasta llegar a un máximo entre setiembre y octubre. Las siembras con semilla gámica son más exitosas entre junio y julio, pero si se tiene que tomar la decisión de establecer gramíneas entre los meses de setiembre y octubre, existen mayores probabilidades de éxito si la siembra se hace por medios vegetativos. Obviamente, lo anterior está determinado por el grado de preparación del suelo, las características físicas y el drenaje.
En el caso de asociaciones es conveniente establecer la gramínea y la leguminosa de forma simultánea; la gramínea puede ser controlada por medio del pastoreo en caso de volverse dominante, no así la leguminosa, pues esta última es menos gustada por los animales, en época de lluvias. Sin embargo, existe la alternativa de establecer asociaciones con siembra de la gramínea y la leguminosa en épocas diferentes, dependiendo del método de siembra y de las prácticas de manejo.
4. Métodos de siembra: La profundidad de siembra afecta de forma directa el establecimiento; aquellas semillas de tamaño grande pueden emerger de mayores profundidades que las de tamaño pequeño. Estas últimas son muy susceptibles al excesivo tapado, por lo que requieren de siembras superficiales de 1 a 2 cm.
En suelos arenosos, la profundidad de siembra debe ser mayor que en suelos arcillosos, y en suelos compactos la profundidad debe disminuir, ya que la resistencia mecánica a la emergencia es una limitante.
Si la siembra se realiza con material vegetativo, éste debe ser de buena calidad, fresco, de buen vigor y con varios nudos por estolón; el suelo debe estar húmedo antes y después de la siembra, y es muy importante taparlo inmediatamente, dejando un extremo del estolón al descubierto.
Existen diferentes métodos de siembra, tales como:
a. Siembra en hileras: Este método permite el uso de maquinaria agrícola y requiere de una buena preparación del suelo. Las hileras o surcos se pueden preparar con maquinaria o pala y la siembra puede ser mecánica o manual. La siembra en hileras permite un uso eficiente de la semilla y un control de malezas más eficiente.
La distancia entre surcos y el patrón de distribución varía de acuerdo con la especie, su hábito de crecimiento, la humedad del suelo, el complejo de malezas y el uso potencial de la especie. Siembras de 40 a 60 cm son adecuadas para gramíneas con crecimiento en macollas como B. brizantha, P. maximum, mientras que para gramíneas rastreras como B. dictyoneura, B. decumbens y otras, se pueden sembrar hasta 1 m entre hileras, al igual que las leguminosas estoloníferas como A. pintoi.
Cuando se establecen asociaciones, se debe trabajar en hileras separadas entre 50 a 60 cm, sembrando una hilera de gramínea y otra de leguminosa, o bien de dos en dos. La aplicación de fertilizante, ya sea fórmula completa (10-30-10 o 12-24-12), o elementos puros (Nitrógeno o Triple super fosfato), se puede realizar a la siembra o 22 días después de esta, en bandas separadas a unos 15 cm de la hilera. Si se fertiliza solo con fósforo, éste se puede mezclar con la semilla, pero cuando hay que aplicar nitrógeno y potasio, se deben aplicar a unos 15 cm de la hilera, ya que estos fertilizantes queman la semilla.
b. Siembra al voleo
Siembra al voleo (máquina).
Siembra al voleo (manual).
Es el método más generalizado, sencillo, rápido y puede realizarse en forma manual o mecánica. El éxito en el establecimiento va a depender de la uniformidad en la distribución de la semilla, además de la dirección y velocidad del viento para evitar que queden áreas sin semilla o con exceso de esta. Para obtener una distribución uniforme de la semilla se debe mezclar con material inerte (aserrín o granza de arroz), así como también se puede mezclar con fertilizante siempre y cuando no sea nitrogenado, porque éste quema la semilla. Se recomienda usar 1 kg de semilla por saco de aserrín.
Este método requiere una mayor cantidad de semilla que la recomendada, con el propósito de cubrir mejor el área y suplir las pérdidas por arrastre. Una vez realizada la siembra se debe tapar la semilla con tierra, ya sea usando una rama halada por un caballo o bien un tronco pegado al tractor.
Generalmente la siembra se realiza con semilla sexual, pero también se puede realizar con material vegetativo, para lo que se requiere suficiente humedad y preparación del suelo. El material vegetativo se distribuye lo más uniformemente posible y luego se pasa una rastra liviana, para incorporarlo.
c. Siembra en franjas
Siembra en franjas.
Es apropiada cuando se desea introducir una especie nueva de pasto en una pradera establecida. Ésta puede prepararse por medios mecánicos o químicos y la distancia y la amplitud van a depender de la agresividad de la especie por introducir. Cuando se trata de un reemplazo o mejora de la pastura natural, se debe realizar de tal manera que se cubra el 20% del área total por año y se recomienda seguir un patrón, estableciendo franjas de 2m de ancho y dejando franjas de pasto natural de 4m. La fertilización debe estar dirigida al área de siembra.
d. Siembra en asocio con cultivos
Siembra en asocio B. brizantha con maíz.
Otro método por el cual se puede lograr el establecimiento de pasturas, consiste en la siembra de especies forrajeras en asocio con cultivos. La siembra se puede realizar de forma simultánea con el cultivo. Los requerimientos de fertilización deben estar dirigidos a obtener una buena producción del cultivo y al a aprovechamiento residual para los pastos.
Una de las ventajas de la siembra en asocio desde el punto de vista biológico, es que este sistema favorece un mejor aprovechamiento de la radiación solar y de los nutrientes del suelo. El rápido crecimiento del cultivo protege el suelo contra la erosión y escorrentía en las fases tempranas del establecimiento de los pastos y reduce las labores de control de malezas, además de que todas las labores agronómicas efectuadas para el cultivo son aprovechadas por los pastos, de manera que la pastura establecida pasa a ser un subproducto del cultivo. Al mismo tiempo, se aumenta la eficiencia de uso del área mientras la pradera se establece.
En términos generales, casi todo los pastos pueden establecerse en asocio con cultivos como arroz, maíz y otros. La siembra de ambos es más eficiente cuando se realiza en hileras o franjas que cuando se realiza al voleo, ya que así se facilita el control de malezas y se aprovecha mejor el fertilizante. Las densidades de siembra del cultivo y los pastos deben ser las mismas que se utilizan en un monocultivo y las hileras deben intercalarse.
e. Siembra por almácigo
Siembra por almácigo.
Uno de los métodos más recomendables para lograr un buen establecimiento es precisamente el denominado de “almácigo”, sobre todo para pequeñas áreas donde las condiciones topográficas no son mecanizables.
Una de las ventajas de este método, es que permite obtener un mayor aprovechamiento de la semilla disponible ya que se establece más área con menos semilla. Además, si la semilla es de baja calidad, no se incurre en gastos de preparación del terreno; adicionalmente el manejo y control de plagas es más eficiente en el almácigo que en una área mayor. Por otro lado, la siembra se puede iniciar antes de las lluvias, ya que es más fácil regar un almácigo que un área más grande. Finalmente, el primer pastoreo de la pastura es más rápido bajo esta modalidad, ya que se puede hacer a los dos meses de trasplantado el almácigo
Quizá la única desventaja que se le puede señalar a este método de siembra es el trabajo que lleva la preparación del terreno para el almácigo y el uso de mano de obra, para realizar el trasplante.
El almácigo debe estar lo más cerca posible del terreno donde se establecerá la nueva pastura y en un sitio lo más plano que se tenga. Si se va a realizar antes de que inicien las lluvias, con el fin de poder pastorear dicho potrero más rápidamente, conviene ubicarlo cerca de una fuente de agua de riego. Evite la entrada de aves de corral o de otros animales como cerdos, al terreno donde se ha sembrado el almácigo, ya sea ubicándolo en un sitio donde no lleguen o encerrándolos por el período que dura, para evitar daños.
Por cada kilogramo de semilla que se vaya a sembrar, se debe preparar una área aproximada de 15X15 m (225 m2) o 10x20 m (200 m2). Después de limpiar el terreno, se “afloja” a una profundidad de 20-25 cm y se desmenuzan los terrones. Seguidamente se “raya” a 20 cm entre calles (una “cuarta”) y a 1 cm de profundidad. Se coloca la semilla seguida en el surco, tratando de hacer una distribución uniforme; luego se tapa ligeramente.
Inmediatamente después de la siembra, se debe aplicar un insecticida granulado al suelo o bien tratar la semilla antes de la siembra prevenir el ataque de hormigas y otros insectos.
Si fuera necesario fertilizar el almácigo, se puede aplicar una fórmula alta en fósforo, como triple super fosfato o una fórmula completa en el fondo del surco y taparlo antes de colocar la semilla, para evitar quemarla. Al mes de nacido el pasto, se le puede aplicar cualquier fuente nitrogenada en los entresurcos al pie de las plantas.
El transplante al sitio se realiza cuando las plantas alcanzan una altura entre 35 a 40 cm (1 ½ - 2 meses de edad). El terreno debe estar limpio o se puede combinar con una siembra previa de maíz, frijol o arroz, para compensar los costos de limpieza del área que se va sembrar.
Al arrancar las plantas en el almácigo, primero se debe cortar, a la mitad, las hojas, para estimular el desarrollo radicular; luego se deben formar “manojos” grandes para evitar la partición de plantas y raíces y, por último, se separa cada planta para sembrarla. La siembra se puede realizar al espeque, con macana, pala o cuchillo.
Las especies de crecimiento rastrero como pasto Brunca (Brachiaria dictyoneura) o pasto Peludo (Brachiaria decumbens) se pueden sembrar a una distancia de 80 a 90 cm (aproximadamente a una “vara”) entre plantas y para especies de crecimiento erecto o en macolla como Tanzania (Panicum maximum) o Diamantes 1 (Brachiaria brizantha ) a 50-60 cm.
El área que se puede sembrar con un kilogramo de semilla, utilizando este método, es de una hectárea como mínimo, siempre y cuando el valor cultural (porcentaje de semilla que germina en un kilogramo) no sea inferior al 75%. En el capítulo 5 se explicará cómo se obtiene el valor cultural de un lote de semilla.
f. Siembras ralas: Es un método que se ha desarrollado para el establecimiento de nuevas pasturas en el área tropical. Consiste en establecer una baja población de plantas madres (1000 a 1500 por hectárea), especialmente en el caso de especies de crecimiento rastrero.
Este sistema tiene la facilidad de que el costo de establecimiento es bajo. El éxito consiste en garantizar una buena fertilidad del área sembrada, para favorecer su rápido establecimiento. Tiene una limitante en regiones tropicales donde abundan las malezas, lo cual hace que estas últimas lleguen a competir con la especie sembrada; por ello es recomendable desarrollar un buen control de malezas.
5. Control de malezas: El éxito de la persistencia de una pastura depende de su establecimiento, y para lograrlo es muy importante el manejo y control de las malezas o de la vegetación nativa existente, antes, en el momento y después de la siembra, pues la presencia de éstas representa un problema común para el crecimiento de las nuevas plántulas.
Por lo anterior es muy importante, a la hora de establecer nuevas pasturas, buscar aquellas especies adaptadas a los diferentes ecosistemas que sean capaces de coexistir, agredir y eliminar las poblaciones de malezas. Cuando la siembra se realiza en hileras o franjas, se permite un mejor control de las malezas. Cuando el complejo de malezas es de ciclo anual y con un crecimiento inicial rápido, se llega a establecer una diferencia con la especie sembrada, lo que permite el control dirigido, ya sea mediante cortes, o aplicaciones de herbicida.
6. Utilización: El objetivo final de un potrero establecido, es el de su uso como pastura o semillero.
Es necesario realizar un pastoreo liviano, con baja carga animal entre los tres o cuatro meses después de establecida la especie, con el fin de estimular su desarrollo radicular y así mejorar su calidad. Si la especie sembrada es estolonífera, se pueden utilizar cargas animales altas en períodos cortos, con el fin de facilitar el enraizamiento y el rebrote a partir de las yemas o nudos en los tallos.
El pastoreo o el corte de uniformidad en esta etapa permite diferenciar el pasto de las malezas, facilitándose así el control de éstas, ya sea por medios mecánicos o químicos, o ambos.
Los establecimientos exitosos de leguminosas y gramíneas dependen de la escogencia de la especie apropiada, adecuadas técnicas de preparación y manejo de suelo, métodos efectivos de siembra y, en algunos casos, del uso eficiente de fertilizantes. En la escogencia de la especie debe dársele énfasis al uso potencial de ésta, ya sea para pastoreo, corte, henificación, ensilaje, abono verde, etc. además, de otras características como facilidad y agresividad de establecimiento, palatabilidad, tolerancia a sequía, inundación, plagas y enfermedades, rendimientos sobre producción de forraje y de semilla y facilidad de erradicación. La disponibilidad de semilla es un factor determinante en muchas ocasiones, sobre todo cuando se trata de cultivares nuevos de gramíneas o leguminosas.
Las características inherentes de las especies, además de factores de clima y suelo, determinan las decisiones sobre densidad y época de siembra, tipo de labranza, clase de semilla, método y profundidad de siembra, además de un adecuado manejo preliminar de establecimiento.
En teoría, es posible propagar vegetativamente la mayoría de las leguminosas forrajeras tropicales, pero este método tiene escasa consideración por ser costoso y poco confiable; la práctica más generalizada es la propagación por medio de semilla gámica.
El tipo de material usado en la propagación está condicionado por la disponibilidad comercial de la semilla, la preparación del suelo y la época de siembra, lo mismo que por las decisiones y experiencias de los productores.
BIBLIOGRAFIA:
AGROSTOLOGÍA: MARCO VINICIO LOBO DI PALMA OLMAN DÍAZ SÁNCHEZ EUNED (EDITORIAL UNIVERSIDAD ESTATAL A DISTANCIA)
INTERNET: Agrostologia, Pasto y Forrajes, etc…
UNIDAD I. ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PASTURAS.
Clase # 2.
Tema: Manejo de Pasturas.
1. Carga Animal.
2. Presión de Pastoreo.
3. Intensidad de Pastoreo.
4. Frecuencia de Pastoreo.
5. Oportunidad de Pastoreo.
6. Sistema de Pastoreo.
7. Fertilización.
8. Otros aspectos sobre manejo.
9. Guía practica para el manejo de potreros.
MANEJO DE PASTURAS:
El suelo, el animal y la pastura son parte de los componentes más importante en los sistemas de producción de carne y leche en nuestro país.
Mediante el manejo de pasturas, el productor puede manipular tanto a los animales como a las pasturas para obtener así una mayor productividad por animal y por unidad de superficie.
El manejo de pasturas, puede ser definido como el arte de obtener la mayor disponibilidad de forraje con el fin de lograr la mayor productividad animal, mayor ganancia de peso por animal por día, por hectárea, por año y mayor producción de leche por vaca.
El manejo de pasturas no es independiente del manejo animal, ni del manejo general de la finca. Existe una serie de factores que influyen sobre el manejo de pasturas, pero solo se puede actuar sobre algunos, tales como: carga animal, presión de pastoreo, intensidad de pastoreo, frecuencia de pastoreo, oportunidad de pastoreo, sistema de pastoreo y fertilización.
1. Carga animal
Se refiere al número de animales por unidad de área que predomine sobre una pastura y se expresa normalmente en unidades animales por hectárea (UA/ha), donde una unidad animal equivale a 400 kg de peso vivo. Es una de los factores más determinantes en la productividad de una pastura, debido a la relación de la productividad por animal y por hectárea.
El ganadero, a través de la carga animal, puede manipular la disponibilidad de forraje por animal. Toda pastura, dependiendo de su capacidad de producción de forraje, posee una capacidad de carga determinada, la cual es similar a la carga animal optima de la pastura.
Si se maneja una carga animal baja, se obtiene la máxima producción por animal, debido a la alta disponibilidad de forraje. En este caso se estaría subutilizando la pastura. Lo contrario ocurre si se maneja una carga animal alta: se disminuye la producción por animal debido a una baja disponibilidad de forraje. Sin embargo, la producción por hectárea aumenta hasta llegar a un punto óptimo, el cual coincide con la capacidad de carga de dicha pastura (gráfico 1). En este rango es donde se obtiene la mayor producción por área debido a una mejor utilización del forraje disponible.
Gráfico 1. Relación entre carga animal y ganancia de peso por animal y por hectárea.
Si se aumenta la carga animal sobre su punto óptimo, la producción animal disminuye. La disminución de la disponibilidad de forraje hará que los animales no satisfagan sus necesidades de mantenimiento. Así mismo la pastura sufriría un deterioro por sobre pastoreo.
Por medio del manejo de la carga animal se puede lograr una mayor persistencia de la pastura y una mayor producción por animal y por área.
2. Presión de pastoreo
Es una medida similar a la carga animal, pero se refiere concretamente al número de animales por unidad de forraje disponible y se expresa en kg de forraje/animal. Dos pasturas del mismo tipo de pasto pueden tener la misma capacidad de carga, pero la presión de pastoreo en ambas puede ser diferente producto de la cantidad de forraje disponible y del tipo de explotación animal.
La presión de pastoreo es un factor de gran importancia a la hora de tomar decisiones sobre la carga animal por utilizar en una pastura, con el propósito de obtener una mayor productividad y persistencia.
Dado que la producción de forraje es variable en el tiempo, en nuestras condiciones tropicales es necesario realizar un buen manejo de la pastura para tener el mejor provecho cuando hay una buena disponibilidad forrajera; esto se puede lograr manteniendo constante la presión de pastoreo, por medio del ajuste de la carga animal.
La disponibilidad de forraje en la pastura debe ser suficiente para que el animal logre su máximo consumo. Una pastura de buena calidad, de 21 a 35 días de rebrote y con una producción promedio de 2500 kg MS/ha durante todo el año, es lo óptimo para lograr el máximo consumo.
3. Intensidad de pastoreo
Es el grado de defoliación de la pastura por parte de los animales, o bien es la altura de pastoreo o corte. Este factor es importante, porque en la medida en que la intensidad de pastoreo sea mayor, la defoliación también lo será, afectándose directamente la capacidad de rebrote, el rendimiento en el próximo pastoreo y la persistencia.
Los diferentes componentes de una pastura responden de diferente modo al grado de defoliación, por lo que es importante ajustar el manejo, de acuerdo con su composición botánica y las características propias de cada especie. El vigor de muchas especies forrajeras, especialmente las gramíneas de crecimiento erecto, se ven afectadas si el manejo es intensivo.
4. Frecuencia de pastoreo
Es un factor que esta íntimamente relacionado con la intensidad de pastoreo, el cual se define como la periodicidad con que la pastura es defoliada por parte de un animal. Frecuencia de pastoreo es el intervalo con que son defoliadas las pasturas.
Ese factor, dependerá de la carga animal, la presión de pastoreo y del período de recuperación de la pastura, además de otros como la composición botánica de la pastura que es sometida a pastoreo.
La relación entre intensidad y frecuencia es importante y directa, ya que si se maneja una pastura con alta intensidad y alta frecuencia, el vigor de ésta va a disminuir afectando así la productividad animal y la persistencia. Lo contrario ocurre con una baja intensidad y baja frecuencia. Se debe tratar de buscar un nivel óptimo entre ambas, usando una intensidad moderada, con una frecuencia adecuada con el propósito de que la pastura se recupere.
5. Oportunidad de pastoreo
El manejo de una pastura, además de los factores ya mencionados debe ser lo más oportuno posible; esto es, introducir animales a una pastura con una presión de pastoreo adecuada y con una frecuencia predeterminada, en el momento en que tanto la calidad como la cantidad sean las más adecuadas para satisfacer las necesidades nutricionales. Además conviene retirar a los animales de dicha pastura cuando el forraje haya sido consumido, según la intensidad propia de cada especie.
6. Sistema de pastoreo
Es una herramienta para ejercer un control sobre la utilización de la pastura. Existen varios sistemas de pastoreo, pero los básicos son el pastoreo continuo y el rotacional.
El pastoreo continuo es aquel en el cual los animales están permanentemente en una pastura, mientras que pastoreo rotacional es aquel en el cual los animales cambian de una pastura a otra o giran sobre varios apartos, siguiendo un patrón determinado. Dicho pastoreo lleva consigo un período alterno de ocupación y de descanso, en que este último dependerá de la capacidad de rebrote de la especie forrajera, de la presión de pastoreo, la frecuencia e intensidad del mismo y del clima, especialmente del régimen de lluvias.
La duración del período de ocupación y de descanso es un elemento importante en el manejo de pasturas. La duración, en cada uno de los ciclos, va a depender de la carga animal, la disponibilidad de forraje, la composición botánica y de las características de las especies, entre otros; además, del número de apartos en que se haya dividido una pastura.
No obstante sus diferencias, en ambos sistemas de pastoreo se pueden obtener una producción animal similar, aunque la balanza se inclina un poco a favor del sistema rotacional porque el manejo permite a la pastura obtener una mayor persistencia; pero ambos sistemas pueden llenar necesidades prácticas en situaciones específicas. En algunos casos una combinación de ambos, en diferentes períodos durante el año, podría ser más beneficiosa que el uso de un solo sistema.
En ganaderías de leche donde los sistemas de producción son intensivos, y en muchos casos hay fertilización y riego, es necesaria la división de potreros en varios o muchos apartos, llegándose a manejar por lo menos, un aparto por día de ocupación con treinta días de descanso.
En ganaderías de carne, cría, desarrollo y engorde, donde los sistemas han sido más extensivos, es importante contar con un número mínimo de potreros, ya que esto facilita un mejor manejo animal, un mejor control de parásitos (quebrando sus ciclos) y un mejor manejo y control de malezas. También se logra dejar potreros para la conservación de forrajes (heno) y hacer un manejo adecuado en pasturas asociadas.
Se puede concluir que lo más importante para lograr un buen manejo de la pastura es contar con un número mínimo de apartos y una carga animal adecuada, la cual va a depender de la disponibilidad de forraje.
7. Fertilización
Es una herramienta más en el manejo de pasturas, ya que a través de la aplicación de enmiendas se puede corregir algunas deficiencias nutricionales de los suelos, mantener fertilidad, acelerar la velocidad de rebrote de los pastos, aumentar la disponibilidad de materia seca y mejorar la calidad de nutrientes digeribles.
Cuando se establecen nuevas especies, es necesario corregir las deficiencias minerales del suelo y ayudar al éxito en el establecimiento de dichas especies. Los elementos más importantes que limitan la productividad de las pasturas son el Nitrógeno (N) y el Fósforo (P), así como también problemas de acidez y toxicidad por exceso de Aluminio (Al). Es importante la aplicación de algunos elementos menores como Molibdeno (Mo) cuando se establecen asociaciones, para ayudar al desarrollo de las leguminosas.
Cuando los forrajes son de corte, la aplicación de fertilizante es mayor que en pastoreo, ya que dichas especies son más extractoras de nutrientes. Así, por ejemplo, el King grass es una especie que demanda mucho nutrientes del suelo, en especial el Potasio (K).
A continuación se indican los principales efectos de los diferentes nutrientes:
• Nitrógeno (N): Aumenta la producción de materia seca y mejora su calidad. Es el nutriente más limitante para la producción de gramíneas. El Nitrógeno es absorbido en forma de nitratos, se puede aplicar al voleo, en bandas al establecimiento y posteriormente, cada dos años.
• Fósforo (P): Ayuda al establecimiento y mantenimiento de pasturas. Es también uno de los elementos más limitantes en el suelo ya que hay alta fijación de este. En suelos ácidos el problema de ausencia de fosforo es mayor, pues está disponible solamente entre 1 a 5 ppm. Se recomienda aplicar fertilizantes fosforados solubles como triple súper fosfato en la siembra y posteriormente, hacer aplicaciones de fósforo (P).
• Potasio (K): Aumenta el rendimiento de materia seca /ha. Es fácilmente absorbido por las gramíneas en especial las de corte como el King grass. Su ausencia no es tan problemática como ocurre con los dos anteriores, pero es el tercer elemento en orden de importancia y a la vez ésta relacionado con el N, ya que la absorción de K se incrementa al aplicar nitrógeno.
• Calcio (Ca): Mejora la absorción de N y de otros elementos. Estimula la producción de granos y semillas. Neutraliza las toxinas reducidas por las plantas. Magnesio (Mg): Regula la absorción de los elementos nutritivos. Actúa como transportador de P en las plantas y aumenta el contenido de Ca. Es parte esencial de la clorofila y necesario para la formación de azúcares.
• Azufre (S): Propicia la formación de nódulos en las leguminosas. Estimula la producción de semilla. Favorece el crecimiento de las raíces y el vigor de las plantas.
• Boro (B): Esta relacionado con la utilización de Ca dentro de la planta. Mejora la calidad de algunas leguminosas (Alfalfa) y legumbres. Actúa en el metabolismo de carbohidratos.
• Manganeso (Mn): Actúa en el metabolismo de los carbohidratos por medio de activación de enzimas. Ayuda a la síntesis de la clorofila e interviene en la fotosíntesis.
• Hierro (Fe): Esta relacionado con la producción de clorofila. Actúa específicamente en la activación de varios sistemas enzimáticos.
• Zinc (Zn): Es un activador de enzimas y necesario para la producción de clorofila.
• Cobre (Cu): Es activador de enzimas.
• Molibdeno (Mo): Es necesario para que las leguminosas fijen nitrógeno.
• Cloro (Cl): Su deficiencia produce marchitez y afecta el crecimiento de la raíz.
• Es necesario realizar un análisis de suelos previo a la siembra, para determinar la disponibilidad de los diferentes minerales y sobre esta base definir que elementos aplicar, recordando que a la hora de la siembra se puede mezclar el P y K con la semilla; el N no porque la quema.
En caso de pasturas asociadas, la aplicación de nitrógeno no es necesaria ya que éste va a ser aportado por las leguminosas, a través de sus nódulos.
Para determinar la fertilidad de un suelo, son varios los factores por tomar en cuenta y entre los más importantes está el contenido de cada uno de sus componentes, principalmente la Materia Orgánica, el Fósforo, el Aluminio y la sumatoria de las Bases (Calcio, Magnesio, Potasio), como se muestra en el cuadro 4.
Cuadro 4. Clasificación de la fertilidad de los suelos
8. Otros aspectos sobre manejo
Para lograr una mejor utilización de las pasturas, una mayor persistencia y sostenibilidad del sistema y por ende un incremento en la productividad, es importante tener presente los siguientes aspectos:
• Áreas con pendiente mayores al 30 % no son aptas para ganadería, pero si se utilizan se debe reducir la carga animal y utilizar especies que cubran el suelo para evitar problemas de erosión, como por ejemplo B. dictyoneura, B. decumbens ya sea solas o asociadas con A. pintoi.
• En lugares con períodos largos de sequía, se debe reducir la carga animal durante esa época, seleccionar y eliminar animales, y establecer un programa de monta.
• Suplementar con sal mineral, durante todo el año, ya que las gramíneas no poseen las cantidades necesarias para llenar las necesidades nutricionales de mantenimiento de los animales. En el caso de existir pasturas asociadas y bancos de proteína con acceso todo el año, la suplementación mineral se reduce.
• Establecer programas preventivos de salud, ya que un animal sano hace un mejor uso de su alimentación.
• Animales que son producto de diferentes razas utilizan más eficientemente los forrajes, por el aprovechamiento de su vigor híbrido.
• Cuando los pastos son deficientes en proteína cruda y energía, especialmente durante la época seca, es necesario suplementar con fuentes proteicas y energéticas como nitrógeno no proteico y melaza. También puede hacerse con leguminosas arbustivas como Cratylia, Poró, Madero negro, o bien con Morera, complementadas con caña de azúcar.
• Tener presente que un período de ocupación muy largo o el pastoreo continuo, limitan la persistencia de la pastura, debido a la selectividad del animal y al consumo de rebrote tierno.
• Considerar que el consumo de forraje se ve afectado por una gran deposición de heces y orina, producto de un sobrepastoreo, período largo de ocupación o un descanso muy corto.
• Manejar especies de porte rastrero a una altura de pastoreo entre 5 a 10 cm, y las de porte erecto entre 15 a 25 cm.
• No olvidar que el objetivo principal del manejo de pasturas es obtener una alta productividad animal.
• Fundamentar la práctica de pastoreo con base en la condición de la pastura, siguiendo un patrón de ocupación y descanso flexible.
• Considerar que los forrajes, en general, poseen un alto contenido de fibra, más de un 30% de fibra neutro detergente (FND), Esta aumenta con la edad de madurez y a la vez cuanto mayor sea el contenido de fibra en un forraje, menor será su contenido de energía.
• El contenido de proteína de una leguminosa varía entre un 15 a 23%, mientras que el de las gramíneas entre un 8 a 18%, según las características propias de la planta y del nivel de fertilización con nitrógeno.
• Se debe tomar en cuenta que los forrajes pueden variar entre alimentos muy nutritivos (pasto joven y suculento, en su etapa vegetativa) a muy pobres (pajas, en su etapa reproductiva). Por lo tanto, estos deben ser cosechados o pastoreados en su etapa joven. En el caso del maíz y el sorgo utilizados para silo, se deben cosechar cuando el grano está en estado lechoso, ya que en la formación de semillas hay una alta cantidad de almidón digestible.
• Finalmente, hay que recordar que el mayor rendimiento de materia seca digestible se obtiene en la primera etapa de madurez de las gramíneas, antes de la formación de botones de las leguminosas y en caso del maíz y el sorgo, cuando el grano está en estado lechoso.
9. Guía práctica para el manejo de potreros
Los animales no deben consumir más del 50% del forraje disponible durante su período de pastoreo, ya que esto le va a permitir a la pastura recuperarse más rápido, no va a causar tanta defoliación ni daños mecánicos a las plantas que afecten sus puntos de crecimiento.
Se debe evitar períodos de ocupación mayores de 5 a 7 días, ya que el animal lo que va a consumir es el rebrote tierno. También debe evitarse períodos de descanso cortos.
Existen varios métodos para determinar la disponibilidad de forraje en una pastura; entre ellos, el más utilizado es el método de doble muestreo y rendimiento de peso seco, por medio de la técnica de Botanal.
Dicho método consiste en identificar 5 puntos en el potrero, luego de haber sido recorrido en su totalidad. El punto 1 representa la menor disponibilidad de forraje y el punto 5 el nivel más alto. Posteriormente, se identifica el punto 3 correspondiente al punto medio entre 1 y 5. Por último se identifican los puntos 2 y 4. En tales puntos, se corta y pesa una muestra para determinar el porcentaje de materia seca. Posteriormente se procede a recorrer el área a analizar, tirando un marco de madera o metálico de 0,5 m2, unas 30 veces por hectárea como mínimo. A cada tirada se le da la calificación correspondiente entre 1 y 5; estos 30 puntos no se cortan, son estimaciones visuales que se utilizarán con la materia seca obtenida en los 5 puntos, para determinar la disponibilidad de forraje a través de una ecuación de regresión.
En las 30 observaciones visuales que se realizan, también se determina la composición botánica de la pastura, identificando en qué porcentaje se encuentran las especies en cada marco. Para esto se debe identificar, primero, las especies existentes o de mayor importancia en la pastura; luego se identifican y distribuyen en orden jerárquico las tres especies más importantes de las que aparecen en cada marco observado. Posteriormente, se obtiene un promedio de las observaciones para determinar en que porcentaje aparece cada especie en la pastura.
Para estimar la capacidad de carga animal, se debe de conocer la disponibilidad de forraje de la pastura y el número de días de recuperación. Teniendo estos datos presentes, más los del cuadro 5, se puede calcular la capacidad de carga de una pastura.
Cuadro 5. Capacidad de carga (UA/ha) estimada de acuerdo con la disponibilidad de forraje y días de rebrote.
* Problemas de consumo, baja disponibilidad de forraje,
**Alta disponibilidad y carga, solo con fertilizante o con pasturas mejoradas se puede lograr,
*** Los potreros son muy productivos, buena disponibilidad y carga animal.
El diseño de apartos de similar tamaño en una finca es difícil, ya que la disponibilidad y capacidad de carga varía durante el año, así como la topografía y la distribución de aguas. El cuadro 6 nos brinda una guía para calcular el número de apartos que se pueden diseñar en una pastura, dependiendo de su período de ocupación y descanso. No se debe dejar descansar un pasto de piso por más de 42 días, porque su calidad nutritiva disminuye aunque haya una alta disponibilidad forrajera.
Número de apartos = (Días de descanso/Días de ocupación) + 1
Cuadro 6. Estimación de número de apartos según días de ocupación y descanso.
El cuadro 7, presenta una serie de valores para calcular el tamaño aproximado de los apartos. Para determinar el área de los apartos para una carga animal, se tiene que dividir el área correspondiente en el cuadro entre la nueva carga
Cuadro 7. Guía para estimar el tamaño de los apartos en hectáreas para 10 animales adultos, según días de pastoreo y descanso, con una carga animal de 1 UA/ha
ÍNDICE DE ABREVIATURAS
MS: Materia seca
g/planta: gramos por planta
kg MS/ha: kilogramos de materia seca por hectárea
N/ha/año: Nitrógeno por hectárea por año
t/ha: tonelada por hectárea
Vacas/ha: vacas por hectárea
Kg/ha/año: kilogramo por hectárea por año
Ppm: partes por millón
UA/ha: Unidad animal por hectárea
BIBLIOGRAFIA:
AGROSTOLOGÍA: MARCO VINICIO LOBO DI PALMA OLMAN DÍAZ SÁNCHEZ EUNED (EDITORIAL UNIVERSIDAD ESTATAL A DISTANCIA)
INTERNET: Agrostologia, Pasto y Forrajes, etc…
CAPÍTULO 2
ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PASTURAS
D. FACTORES QUE AFECTAN EL CONSUMO VOLUNTARIO DE FORRAJE
1. Disponibilidad de forraje
En el trópico, el animal no sufre solamente por el calor y la humedad ambiental, sino también por el calor adicional generado por la hidrólisis de la fibra del pasto ingerido, que es el nutriente más abundante en este ambiente. Como consecuencia de ello, el animal puede perder el apetito sin sentirse satisfecho.
Tanto la cantidad de forraje disponible como el porcentaje de materia que el animal seleccione en la pradera, en conjunto con la avidez del animal para comer, influyen directamente, sobre el número y tamaño de los bocados que el animal toma, por unidad de tiempo.
Una pradera con una densidad foliar alta y poco tallo, permitirá al animal ingerir bocados grandes (aproximadamente de 1 g de materia seca por bocado), y con una frecuencia mayor, por unidad de tiempo. Cuando el bocado que el animal toma es menor a los 0.3 g de materia seca, su consumo será limitado, porque necesitará más tiempo para pastorear.
2. Digestibilidad del forraje
El porcentaje de digestibilidad de un alimento (especie forrajera, en este caso) representa la cantidad de sustancia nutritiva que se absorbe a través del tracto digestivo del animal. Es la relación que existe entre lo consumido y lo digerido.
La digestibilidad varía entre una especie y otra debido a factores propios del alimento, estado fisiológico y edad de los animales, y diferencias anatómicas del aparato digestivo. Por ejemplo, los monogástricos tienen una mayor capacidad digestiva en comparación con los poligástricos, pero estos últimos utilizan mejor los alimentos groseros, fibra bruta y los que tienen un alto contenido de celulosa.
Entre los factores propios del alimento que intervienen en la digestibilidad, están:
• Porcentaje de fibra cruda. Contenidos superiores a un 16% provocan una retención del alimento en el tracto digestivo, dando como resultado un consumo menor de alimento. Al contrario, cantidades inferiores hacen que el alimento pase más rápido por el tracto digestivo. El animal consume más alimento, pero la digestibilidad es menor.
• La cantidad óptima de proteína cruda debe ser entre el 9 y el 14%, para suplir las necesidades proteicas de la actividad bacterial.
• El contenido de agua debe ser de un 80%; o sea, en una relación de uno a cuatro entre materia seca y agua. Cantidades menores estimulan la sed en el animal y bajan la digestibilidad del alimento; cantidades mayores aumentan la velocidad de paso del alimento por el tracto digestivo, disminuyendo su digestibilidad.
• En los rumiantes, la cantidad de lignina presente en el alimento no debe exceder el 10%, porque provoca lesiones papilares y desgaste dentario.
El parámetro “digestibilidad” tiene, entre otras, la desventaja de no dar ninguna información con referencia a la utilización de los productos de la digestión (ácidos grasos volátiles), los que podrían determinar la magnitud de la respuesta animal, en términos productivos.
3. Valor nutritivo de los forrajes
El análisis químico (proteína cruda, digestibilidad “in vitro” de la materia seca y la fibra), son los elementos más importante para determinar el estado nutricional de una pastura.
Actualmente, se utilizan detergentes para solubilizar partes de las plantas, de tal forma que se puede fraccionar el contenido celular por medio de Fibra Neutro Detergente (FND). El contenido celular es prácticamente digerible en su totalidad. En la pared celular se encuentran los carbohidratos estructurales constituidos por celulosa y hemicelulosa, que son parcialmente digeridos dependiendo del grado de lignificación, y la lignina, la cual es totalmente indigerible.
El residuo de la digestión con Fibra Acido Detergente (FAD) es bajo en nitrógeno y está compuesto de lignina y celulosa. Usualmente la FAD y la lignina son consideradas como indicadores para estimar la digestibilidad relativa; mientras que la FND es considerada como un estimador del consumo de forrajes.
El valor nutritivo de los forrajes esta altamente influenciado por su etapa de crecimiento, la cual puede dividirse en tres etapas: vegetativa, floración, y producción de semillas.
El valor nutritivo de un forraje es más alto en su etapa vegetativa y más bajo en su proceso de formación de semillas o etapa reproductiva. Conforme avanza la madurez del forraje, su contenido de proteína, energía, calcio, fósforo y materia seca digestible disminuye, mientras que su contenido de fibra aumenta. Conforme aumenta la fibra, aumenta la lignina y la disponibilidad de carbohidratos en el rumen es menor, por lo tanto, el valor energético de los forrajes, se reduce.
Entre las principales estrategias para mantener la disponibilidad de forrajes con buen valor nutritivo, están las siguientes:
• Desarrollar una estrategia de pastoreo de acuerdo con la disponibilidad de forraje, carga animal y tasa de crecimiento del pasto.
• Establecer asociaciones de gramíneas con leguminosas.
• Pastorear o cosechar el forraje en su etapa vegetativa o antes de la producción de semilla.
CAPÍTULO 2
ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PASTURAS
E. MANTENIMIENTO DE LA PASTURA
1. Manejo y control de malezas
Las malezas son plantas no deseables que se encuentran en los potreros, de escaso valor nutritivo para los animales y que pueden ser hospedantes de plagas y enfermedades, tanto para los pastos, como para los animales.
No se conocen con exactitud los daños que producen las malezas en la producción de forrajes, pero se ha podido determinar que las pérdidas ocasionadas, principalmente por las de hoja ancha, oscilan entre el 20 y el 85% de la producción total. También se ha podido determinar que las ganancias en la producción de forrajes aumentan en un 30%, cuando se lleva a cabo un adecuado control de malezas.
El control de las malezas debe formar parte integral del plan de manejo para la explotación de los potreros. Sin una adecuada planificación, no será posible obtener una producción alta. Por ello, conviene hacer un inventario de recursos y detectar los problemas, para diseñar el plan de manejo por seguir.
La maleza se define como una planta que supuestamente no presta al hombre ningún tipo de beneficio o, simplemente, crece en un sitio donde no debe estar. Desde el punto de vista agronómico, se clasifica una planta como maleza cuando dificulta el crecimiento de una planta cultivada.
Entre los factores que favorecen la invasión de malezas en las pasturas, están las siguientes:
• Establecimiento deficiente de pasturas.
• Especies forrajeras no adaptadas a la región.
• Control deficiente de las malezas.
• Sobrepastoreo.
• Pasturas degradadas.
• Movimiento incontrolado de animales dentro o fuera de la finca.
• Desconocimiento del tipo de suelo y de la especie forrajera que se debe establecer.
• Uso de productos químicos inadecuados para eliminar las malezas.
El manejo y control de malezas en los potreros puede ser realizado de forma individual o por medio de la combinación de diferentes métodos, entre los cuales puede citarse: cultural, manual o mecánico, biológico, químico e integral.
a. Cultural
Consiste en realizar diferentes prácticas de manejo que ayuden a evitar en los potreros la invasión de malezas, como por ejemplo:
• No usar cargas animales muy altas.
• Dar un descanso adecuado de los potreros.
• Realizar chapeas después de cada dos ciclos de pastoreos.
• Establecer drenajes.
• Efectuar riego.
• Llevar a cabo fertilización.
• Practicar el encalado.
Otras recomendaciones importantes para evitar la invasión de malezas son: utilizar semilla sexual o asexual de especies forrajeras, libres de maleza a la hora de establecer una pastura y mantener en cuarentena los animales recién llegados a la finca, durante 48 horas, para que éstos evacuen las semillas de malezas que puedan traer en su estómago. Esto evita la contaminación con nuevas especies de malezas.
b. Manual o mecánico
Este es el método más utilizado por nuestros ganaderos para controlar las malezas. Pueden utilizarse diferentes herramientas, tales como: macana o sacho, machete, hacha, azadón, cultivador, rollo (rolo), y el buldozer.
La corta efectiva en el control de las malezas se lleva a cabo para reducir la competencia con los pastos y prevenir la floración de las especies no deseables, con lo que se interrumpe su ciclo biológico.
La mejor época para efectuar esta labor es cuando la planta está en su estado de prefloración, lo cual permite agotar las reservas de carbohidratos almacenados en sus raíces. Por lo anterior, se recomienda establecer un programa de agotamiento de reservas.
c. Biológico
En Latinoamérica se han venido desarrollando algunas investigaciones sobre el control biológico de las malezas con buenos resultados, como el uso de un tipo de escarabajo y pulgones pequeños, que ayudan a mantener los canales de riego libres de malezas. También recientes trabajos realizados por el Departamento de Agricultura de los E.U.A. informan sobre la gran esperanza en la identificación de unos insectos (gorgojos), que impiden la floración de una planta problemática de la familia de las Compositae.
Otras alternativas del control biológico son el uso de gansos, cabras y ovejas que consumen las malezas y el pasto conjuntamente y, por último, el uso de plantas con efecto alelopático que se estudia últimamente.
d. Químico
El control químico es el método sobre el cual se ha hecho mayor énfasis en la investigación, en los últimos años, no porque sea el mejor o más eficiente, sino porque se ha logrado mayor éxito en su aplicación, por cuanto se dispone de un mayor control sobre los siguientes aspectos:
• Identificación de las especies que se deben combatir.
• Caracterización de las especies deseables.
• Selección adecuada del producto.
• Calibración del equipo.
• Uso de dosis recomendadas según las casas comerciales.
• Cantidad y calidad del agua usada como diluyente.
• Sistemas de aplicación usados.
• Estado fisiológico de las plantas al momento de la aplicación.
• Condiciones ambientales antes y después de la aplicación.
• Área invadida y grado de infestación.
• Época más propicia para el control.
• Factores edáficos.
Los herbicidas se pueden clasificar por su forma de aplicación (al suelo, follaje o tocón), o bien, por su selectividad y modo de acción (cuadro 8)
Cuadro 8. Clasificación de herbicidas de acuerdo con su selectividad y modo de acción.
Algunos herbicidas de acuerdo con su nombre técnico y comercial:
Cuadro 9: Algunos Herbicidas.
En el cuadro 10, se presentan las recomendaciones, uso y clase de herbicida por utilizar, según el método de aplicación para el combate de malezas en los potreros.
Cuadro 10. Uso y método de aplicación de herbicidas.
Nota: Existen en el mercado productos comerciales que son mezclas de dos nombres técnicos como son por ejemplo el 2,4-D + Dicamba (Banvel), o bien, Metsulfuron + Picloran (Combo)
Es importante mencionar, que todos los productos químicos tienen en mayor o menor grado problemas de toxicidad y algunos productos han sido retirados del mercado por este problema; por ejemplo, entre otros, el caso de los trabajadores bananeros años atrás, que por estar expuestos al uso excesivo de agroquímicos y con pocas medidas de prevención, tuvieron problemas de esterilidad. Por lo tanto es de suma importancia conocer las características de cada producto, así como las normas internacionales de salud sobre estos, con el propósito de reducir o eliminar problemas de salud con los trabajadores agropecuarios en general”.
e. Integral
Además de los cuatro métodos de manejo y control de malezas mencionados anteriormente, existe uno que consiste en combinar dos o más prácticas para realizar dicha actividad.
Con dicho método se obtiene un mayor beneficio en cuanto al manejo y control de malezas, aparte de que se reducen los costos por la compra de agroquímicos, ya que éstos se aplicarán en menor cantidad y de forma dirigida.
2. Plagas y enfermedades de los pastos
De la gran cantidad y diversidad de insectos que existen en el trópico, solamente unos pocos afectan a los forrajes, pero de todos hay uno o dos que tienen importancia económica porque son los que mayor daño causan, pues llegan, en algunos casos, a desaparecer las pasturas.
Dado lo anterior, uno de los objetivos de los programas de forrajes es la búsqueda de nuevas especies que sean resistentes o tolerantes a plagas y enfermedades. También que presenten una mayor producción de forraje y de mejor calidad nutritiva que los pastos naturales como lo es la B. brizantha Diamantes 1. Esta es la más tolerante a la “baba de culebra”, no así al complejo de hongo que produce su muerte cuando hay encharcamiento. En cambio, existe otra especie que si es tolerante a este complejo: Brachiaria brizantha cv Toledo.
En los cuadros 11 y 12 se describen las principales plagas y enfermedades que atacan a los forrajes.
Cuadro 11. Plagas que atacan a los pastos.
Nota: En caso de aplicar productos químicos, no pastorear durante 22 días.
Cuadro 12. Principales enfermedades de los pastos
CAPÍTULO 2
ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PASTURAS
F. RECUPERACIÓN Y RENOVACIÓN DE PASTURAS DEGRADADAS
La productividad de una pastura depende de varios factores, principalmente de la fertilidad del suelo, ya que éste sufre constantes transformaciones que pueden ser físicas, químicas y biológicas, las cuales ocurren especialmente desde las capas superiores hasta una profundidad no mayor de 30 cm.
Gran parte de nuestra ganadería se encuentra bajo pasturas nativas o naturalizadas, las cuales presentan poca producción de follaje y son de baja calidad nutritiva. Así mismo, un alto porcentaje de estas pasturas se encuentran en proceso de degradación. Además, independientemente de la especie existente, toda pastura tiende a degradarse, aproximadamente a los 7 años de establecida.
1. Degradación de pasturas
La degradación de pasturas es una reducción en su productividad, lo que trae como consecuencia bajos rendimientos en producto animal e incrementos en los costos de producción.
Se considera que una pastura está degradada cuando ha sufrido una disminución considerable con relación a su productividad potencial, en unas condiciones edafoclimáticas y bióticas dadas.
A pocos años de haber realizado la tala o tumba del bosque y las quemas, el nivel de fertilidad del suelo llega a estados inferiores con respecto a su estado original. Esta situación de cambio de fertilidad conduce a una disminución de la producción, calidad, altura y volumen de la pastura que llega a un estado que se denomina degradación, el cual se puede medir de acuerdo con las características que presenta la pastura, según se puede determinar en el cuadro 13.
Cuadro 13. Estado de degradación de una pastura.
Las explotaciones ganaderas bajo pastoreo, en el trópico, se encuentran en una situación económica delicada, debido, entre otros factores, a la pérdida de fertilidad de los suelos, los cuales alcanzan estados altos de degradación, que impiden a las plantas forrajeras producir de acuerdo con su potencial genético.
A pesar de la existencia de programas de fomento forrajero en nuestro país, las pasturas se encuentran altamente degradadas, en grado 2 y 3, según la clasificación anterior; no obstante, también pueden encontrarse zonas degradadas en el nivel 4.
Para llevar a cabo la recuperación de una pastura degradada, es importante contar con germoplasma adaptado a los diferentes ecosistemas del país, y además, se pueden realizar varias prácticas, con el fin de mejorar la productividad y calidad de las pasturas.
Entre los factores más importantes que contribuyen a la degradación de una pastura están el manejo inadecuado, la invasión de malezas, plagas y enfermedades, especies no adaptadas, pérdida de fertilidad en el suelo, y la compactación y erosión.
a. Manejo inadecuado
La degradación de una pastura se comienza a dar por efectos de una fuerte defoliación, por inadecuado manejo y por pisoteo. Es necesario tener un buen manejo sobre la pastura, buscar una carga óptima, darle un período de recuperación adecuado, fertilizar cada 2 años y tener un buen control sobre las malezas. Se debe mantener en la pradera la menor cantidad de malezas posible, ya que al existir un alto porcentaje de estas, disminuye la disponibilidad y calidad del forraje.
El pisoteo, especialmente por, trae como consecuencia una compactación que afecta, de forma directa, el desarrollo de las plantas y, además, produce una debilidad en la capacidad de rebrote de las mismas.
b. Invasión de malezas
Al comenzar a perder vigor una pastura, y a disminuir su población, la invasión de malezas comienza a ser un problema. Esta invasión se presenta con mayor frecuencia en la etapa de establecimiento, especialmente por una mala práctica de preparación del terreno y, además, por sobrepastoreo, el cual no permite la rápida recuperación de la especie establecida, permitiendo así el rápido crecimiento de las malezas.
Para conservar el vigor, la productividad de la pastura, la estabilidad de una asociación de gramíneas y leguminosas y evitar la incidencia de malezas, se debe hacer una selección del germoplasma adaptado, un manejo adecuado de la pastura y una adecuada fertilización de mantenimiento.
c. Plagas y enfermedades
Frecuentemente se asocian los daños causados por plagas y enfermedades con estados avanzados de degradación de la pastura. Se debe buscar aquellas especies que presenten resistencia genética, tanto para plagas como para enfermedades.
d. Especies no adaptadas
El uso de especies forrajeras no adaptadas a las diferentes condiciones edafoclimáticas, que sean susceptibles a plagas y enfermedades, de baja productividad y poco valor nutritivo, serán especies que con el tiempo no van a persistir o bien permanecerán por mucho tiempo en la pradera, debido a que no son consumidas por el ganado, como es el caso de la mayoría de las especies de Paspalum spp.
e. Pérdida de fertilidad
Una deficiencia de nutrientes en el momento del establecimiento de una pastura es el factor más limitante para lograr una estabilidad; es necesario el análisis químico del suelo para determinar la cantidad de fertilizante por aplicar. Uno de los elementos más importantes para la siembra es la aplicación de fósforo.
Una vez logrado el establecimiento, la deficiencia de nitrógeno viene a desestabilizar y estimular la degradación de la pastura. La calidad y el vigor comienzan a declinar, induciendo una aguda disminución de la actividad biológica y, entonces, otros nutrimentos, como el fósforo y el azufre pueden hacerse deficientes, como ya se ha dicho, son mecanismos adecuados para corregir dicha deficiencia: son la introducción de leguminosas en la pastura, la siembra en asocio de gramíneas y leguminosas, y la aplicación de fertilizante para mantenimiento.
f. Compactación y erosión del suelo
La compactación es un problema, principalmente en aquellos suelos de estructura poco estable y además en aquellos muy planos, donde el nivel freático puede ser muy superficial durante los períodos de máxima precipitación. La erosión se presenta con mayor frecuencia en aquellos casos donde la compactación y la pérdida de cobertura son altas, incrementándose en función de la pendiente y la intensidad de la precipitación. La estrategia para evitar o solucionar la erosión consiste en velar por la conservación del vigor y la estabilidad de la pastura.
2. Recuperación y renovación de pasturas
La recuperación de una pastura degradada consiste básicamente en aumentar su productividad. Para esto, es importante contar con especies adaptadas, de mejor calidad nutritiva y productiva que las pasturas nativas y realizar una serie de prácticas con el objetivo de obtener los mayores beneficios en la relación suelo - planta - animal.
Las características que se buscan en las especies forrajeras deben ser: buena adaptación a diferentes condiciones edafoclimáticas, resistencia a plagas y enfermedades, de alto valor nutritivo, que sea palatable y digestible y de buena producción de biomasa. No se puede esperar que una especie contenga todas las características deseadas, por lo que el uso de gramíneas y leguminosas en asocio puede corregir alguna deficiencia individual de las plantas.
Las plantas forrajeras seleccionadas deben tener capacidad para:
• Crecer y producir rendimientos razonables de materia seca, en un período también razonable. Por lo tanto, las especies deben estar adaptadas a factores climáticos, edáficos y bióticos existentes, como lo son las plagas y enfermedades.
• Persistir en la pastura, lo que está influenciado por factores tales como la tolerancia a la defoliación, la capacidad para regenerarse y la resistencia a plagas y enfermedades. La defoliación puede diferir entre especies debido a la posición al número de nuevos puntos de crecimiento y a las reservas de almacenamiento. Es muy importante la capacidad de las especies para producir suficiente semilla. El ciclo de formación, las reservas en el suelo y la emergencia de plántulas constituyen una vía muy importante para la persistencia de las especies en pastoreo. Las gramíneas persisten más que las leguminosas.
• Ser aceptadas por el animal y proporcionar forrajes de valor alimenticio satisfactorio, libre de compuestos tóxicos. En una pastura mixta, la gramínea suministra la energía para el animal, mientras que la leguminosa proporciona la proteína suficiente para satisfacer los requerimientos nutricionales.
El productor puede mantener la fertilidad del suelo a través de un análisis de éste para conocer su fertilidad, prácticas de labranza adecuadas y aplicación de fertilizantes de acuerdo con las necesidades del cultivo.
Para llevar a cabo la recuperación de una pastura degradada se puede realizar varias prácticas, como el uso del cincel, la aplicación de fertilizante, la introducción de leguminosas y la introducción de gramíneas y leguminosas.
a. Uso del cincel
El uso del cincel consiste en penetrar hasta 10-20 cm de profundidad, con el objetivo de remover el suelo y la pastura establecida, dejando la superficie rugosa, terronuda, protegida por residuos de vegetación para mejorar la textura del suelo y dotarlo de más aire. Por otro lado, esta práctica permite hacer una resiembra de la especie existente o establecer nuevas especies.
b. Aplicación de fertilizantes
La implementación de un programa de aplicación de fertilizantes, se debe hacer a partir del análisis químico del suelo y de las necesidades de la especie. Los elementos limitantes en una pastura son el Nitrógeno y el Fósforo, los cuales son importantes tanto para el establecimiento, como para la producción de forraje y semilla.
c. Introducción de leguminosas
Con la introducción de leguminosas, se debe determinar primero qué especie se adapta a las diferentes condiciones agroclimáticas y posteriormente cuál leguminosa se asocia mejor con la pastura establecida. El establecimiento de las leguminosas se puede realizar en surcos o franjas, dependiendo de las condiciones topográficas y de la disponibilidad de semilla.
Una especie de fácil asocio en pasturas ya establecidas es el Arachis pintoi. El procedimiento consiste en aflojar el terreno con un subsolador, distanciados los surcos entre sí cada 60 cm, y depositar en ellos el material vegetativo del maní. Al mes ya se puede pastorear. Con esta práctica se da mayor aireación al suelo y se mejora la calidad de la pastura.
Figura 47. Introducción de leguminosas en pasturas degradadas.
d. Introducción de gramíneas y leguminosas
La introducción de gramíneas y leguminosas se puede realizar haciendo franjas en la pastura nativa, para lo que se debe determinar el tamaño de la franja y la (s) especie (s) por introducir.
ÍNDICE DE ABREVIATURAS
MS: Materia seca
g/planta: gramos por planta
kg MS/ha: kilogramos de materia seca por hectárea
N/ha/año: Nitrógeno por hectárea por año
t/ha: tonelada por hectárea
Vacas/ha: vacas por hectárea
Kg/ha/año: kilogramo por hectárea por año
Ppm: partes por millón
UA/ha: Unidad animal por hectárea
BIBLIOGRAFIA:
AGROSTOLOGÍA: MARCO VINICIO LOBO DI PALMA OLMAN DÍAZ SÁNCHEZ EUNED (EDITORIAL UNIVERSIDAD ESTATAL A DISTANCIA)
INTERNET: Agrostologia, Pasto y Forrajes, etc…
EJERCICIOS DEL FOLLETO # 2:
EXPLICACIÓN MATEMATICA.
Ejemplo para estimar carga animal, número de apartos y tamaño de lestos:
Un productor desea manejar un área con el pasto estrella africana en rotación bajo un sistema de 7 días de ocupación y 35 de descanso, para 30 animales de engorde. Los animales tienen un peso promedio de 300 kg cada uno
Con base en el cuadro 5, en donde la disponibilidad de forraje es de 2000 kg MS/ha cada 35 días, la capacidad de carga para dicha pastura es de 2 UA/ha.
Para estimar el número de apartos con base en el cuadro 6 se tomó 35 días de descanso y 7 de ocupación, por lo tanto = (35/7) + 1 = 6 apartos.
Con respecto al tamaño de apartos, usando como guía el cuadro 7 con 10 animales adultos y a una carga de 1 UA/ha, el tamaño será de 1,7 ha.
Como se obtuvo una carga animal anteriormente de 2 UA/ha y el tamaño de apartos es de 1,7 ha, entonces éste se debe dividir entre 2 UA/ha y se obtiene que el tamaño del aparto, para las 30 vacas, debe ser de 0,85 ha.
Pero como son 30 animales con 300 kg de peso vivo, esto implica que 30 x 300 = 9000 kg, que divididos entre 450 kg (1 UA), se tiene 20 UA. Esto implica que el tamaño del aparto será:
20/10 = 2 x 0,85 = 1,7 ha por aparto.
Esto implica que el sistema se compondrá de 6 apartos de 1,7 ha por aparto.
CAPÍTULO 2
ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PASTURAS
G. Sistemas Silvopastoriles
Tradicionalmente, en Nicaragua, el productor agropecuario incorpora nuevas tierras al sector productivo mediante un proceso de deforestación, seguido de quemas para la siembra posterior de cultivos tales como maíz y frijol. Al final de unos tres años, cuando ya el suelo comenzó a perder fertilidad, éste se cubre de pasto natural y, por consiguiente, aparece la ganadería de baja rentabilidad y productividad, así como, en el corto plazo, terrenos degradados y erosionados.
Dado lo anterior y la necesidad de producir eficientemente y en áreas más reducidas, han tomado importancia los sistemas integrados de manejo con el fin de producir en armonía con el ambiente; tal es el caso de los sistemas agrosilvopastoriles y silvopastoriles.
El sistema agrosilvopastoril, es una alternativa de producción agropecuaria en donde interactúan los componentes agrícolas, arbustivos, forrajeros y animales bajo un sistema integrado. El sistema silvopastoril, a diferencia del anterior, no incluye el componente agrícola.
Existen diferentes tipos de sistema silvopastoril, dependiendo de las combinaciones de las arbustivas con las pasturas y los animales. En ellos el objetivo es obtener un beneficio económico, social y ambiental. La decisión de utilizar una u otra técnica dentro de la finca depende de varios factores, tales como los objetivos del productor, el tamaño de la finca, la topografía, la disponibilidad de mano de obra y recursos económicos, entre otros. Entre las técnicas más usadas en fincas ganaderas están las cercas vivas, los bancos forrajeros, la plantación en callejones, los árboles dispersos en potreros o en plantaciones maderables o frutales, barreras vivas y cortinas rompevientos.
1. Cercas vivas
Una práctica común en la mayoría de las zonas tropicales es la siembra de arbustivas para delimitar potreros o propiedades. El establecimiento de cercas vivas implica una reducción en costos con respecto a las cercas muertas, reduce la presión sobre el bosque por la búsqueda de postes y leña y además ofrece follaje en cantidad y de calidad durante la época seca, además de ofrecer frutas.
Figura 48. Cerca viva de Poró.
Entre las especies más utilizadas en cercas vivas, se encuentran el Poró (Erythrina spp), Madero negro (Gliricidia sepium), Leucaena (Leucaena leucocephala), las especies frutales como el jocote (Spondia purpurea), el marañón (Anacrdium occidentale) y entre las maderables están el jiñocuave o indio pelado (Bursera simaruba), el pochote (Bombacopsis quinatum), el cedro (Cedrella odorata), la teca (Tectona grandis), el guachipelín (Diphysa robinoides) y otras.
2. Bancos forrajeros
Los bancos forrajeros son áreas en donde las arbustivas forrajeras son sembradas en bloque y con una alta densidad. El forraje producido en estos bancos debe ser de alto valor nutritivo. Si la calidad es superior al 15% de proteína, se le llama “banco de proteína”, si el forraje es de alto valor energético se le llama “banco energético” y si cumple ambas condiciones se les llama “banco energético - proteico”.
Para establecer un banco, se debe seleccionar la especie por establecerse. Esta debe cumplir los siguientes requisitos: buena capacidad de rebrote luego de cortes frecuentes o bajo presión de pastoreo o ramoneo, una buena relación hoja/tallo y buena calidad nutritiva, especialmente en cuanto a contenido de Nitrógeno, alta digestibilidad y bajo contenido de tanimos u otros factores que afecten negativamente el consumo.
Entre las especies de mayor importancia en el Trópico Húmedo de Costa Rica están el Poró, Madero negro, la Morera, Clavelón (Hibiscus rosa) y la Amapola (Malvaviscus arboreus), mientras que para el Trópico Sub Húmedo, con un período seco estacional de 3 a 6 meses están el Guácimo (Guazuma ulmifolia), la Leucaena, el Poró, el Madero negro, el Ojoche, la Morera y la Cratylia argentea.
Figura 49. Banco forrajero de Cratylia argentea.
La ubicación del banco es importante dentro de la finca ya que depende de su uso y de la topografía del terreno. Si el banco se utiliza para corte y acarreo, lo más aconsejable es establecerlo cerca del corral o comederos, con el propósito de abaratar costos. Si el banco es para pastoreo, este debe estar también cerca de los comederos o corral, ya que los animales pastorearán dicha área 1 a 2 hora por día.
Al sembrar un banco para corte, se debe de establecer en promedio la especie a 1 m entre hilera y 0,5 m entre planta; mientras que si el banco es para pastoreo, se puede sembrar de 1a 2 m entre hilera y 0,5 a 1 m entre planta. También en el caso de pastoreo, se pueden separar las hileras en franjas cada 6 m.
En términos generales, un banco para corte y acarreo se puede manejar cortándolo cada 3 meses a una altura de 1m, mientras que si es para pastoreo debe rotarse con 60 a 90 días de descanso y 7 de ocupación, con 1 a 2 horas diarias de pastoreo.
3. Plantación en callejones
Bajo esta técnica de plantación en callejones, se establecen arbustivas en hileras o bandas con cultivos anuales sembrados en los espacios intermedios, más forrajeras (gramíneas y leguminosas). La distancia entre hileras puede variar entre 2 y 6 m, mientras que el cultivo se establece en conjunto con la gramínea y leguminosa a la vez, usando las densidades de siembra recomendadas para cada uno de estos.
Figura 50. Plantación en callejones.
Las arbustivas por utilizar, en este caso, pueden ser podadas y usar el material como corte y acarreo o bien como abono, incorporándolo al suelo. También se puede utilizar la arbustiva en pastoreo directo.
Entre las especies por utilizar están las citadas en las dos técnicas anteriores, mientras que para la gramínea se recomiendan especies de crecimiento erecto y con alto potencial de producción de forraje como las guineas (Panicum maximum) y el pasto Elefante (Penisetum purpureum), entre otros.
El sistema de pastoreo recomendado para este caso es el “Sistema de manejo flexible del pastoreo”, con el cual se pretende mantener un balance entre los diferentes componentes del sistema y su persistencia. Para esto es necesario ajustar la intensidad de defoliación, de acuerdo con la disponibilidad de cada componente. En aquellos períodos en que las forrajeras crecen más rápidamente se debe acortar el período de descanso e incrementar la carga animal. Por otro lado, si la arbustiva no se recupera rápidamente, se debe alargar el período de descanso, o bien, si el remanente de follaje de la arbustiva es alto después del pastoreo, se debe acortar el período de descanso.
4. Árboles dispersos en potreros
Está técnica se puede dar en forma natural por la combinación de árboles y arbustos con las pasturas o como resultado de un proceso de sucesión vegetal (charrales, tacotales), pero también se puede dar por medio de la intervención del hombre a través de un manejo selectivo de bosques que fueron transformados en pasturas o bien con la introducción de árboles en pasturas ya existentes.
Esta técnica se origina cuando se establecen nuevas pasturas en área de bosque, dejando sin cortar algunos árboles maderables, forrajeros, frutales o de sombra. Entre las especies más utilizadas en Costa Rica como maderables están el Laurel (Cordia alliodora), el Cedro amargo (Cedrella odorata), el Gavilán (Pentaclethra macroloba) y la Caobilla (Guaream spp), mientras que entre las especies más utilizadas para sombra están el Guanacaste (Enterolobium cyclocarpum), el Mango (Mangifera indica), el higuerón (Ficus spp) y el guapinol (Hymanaea courboril). Como forrajeras están las especies anteriormente citadas.
5. Árboles en plantaciones maderables o frutales
El sistema silvopastoril basado en árboles frutales o maderables, es una práctica común en muchos países, ya que la producción de frutas y maderas constituye la principal fuente de ingresos, mientras que el componente animal es complementario, ya sea como ente controlador de maleza o bien para la obtención de ingresos adicionales al sistema.
Entre las principales ventajas que presenta esta técnica, está el incremento en los ingresos dada la diversificación de las actividades, mejor uso de los recursos escasos, mejor aprovechamiento de la mano de obra, mayores rendimientos en la plantación debido al reciclaje de nutrientes y mayor estabilización del suelo.
La mayor desventaja radica en que no todas las especies forrajeras toleran la sombra. Además, los animales causan daño a las plantas tanto por pisoteo como por defoliación.
En general, cualquier especie arbustiva dedicada a la producción de madera o de frutas se adapta a este sistema, siempre y cuando se maneje la plantación de acuerdo con las recomendaciones dadas para cada cultivo, mientras que no todas las especies forrajeras toleran sombra o son aptas para el sistema. Las guineas (Panicum maximum), en general, toleran la sombra; la Brachiaria brizantha y B. decumbens son más tolerantes a la sombra que la B. dictyoneura. En términos generales, las leguminosas toleran la sombra.
6. Barreras vivas y cortinas rompevientos
Esta técnica es similar a la de plantación en callejones, con la diferencia que se usa en terrenos con pendientes pronunciadas, en contra de la pendiente o en contorno. El objetivo de dicha técnica es el de proteger el terreno contra la erosión y reducir la velocidad del agua en la bajada.
La especie arbustiva puede ser utilizada en este caso, tanto para corte y acarreo como para abono verde. Entre los espacios intermedios de las barreras, normalmente se colocan cultivos, cuando la pendiente es pronunciada, pero también puede existir pasto de corta en lugar de pasto de piso. Esta técnica también puede utilizarse en lugares con pendiente menos pronunciadas donde el objetivo es proteger al forraje del viento, ya que éste llega rápidamente a secar el pasto o bien a volcarlo, si es de corte, cuando el viento es muy fuerte.
Las especies arbustivas por utilizar con esta técnica son prácticamente las mismas mencionadas en las técnicas anteriores, mientras que entre las forrajeras lo más recomendable es utilizar pasto de corte como el King grass (Pennisetum purpureum x P. typhoides), Taiwan (P. purpureum), sorgo forrajero (Sorghum almun) y otros. En los pastos de piso es preferible utilizar especies de crecimiento rastrero como Brachiaria decumbens, B. dictyoneura, asociadas con leguminosas como A. pintoi u otras con el objetivo de tener una mejor cobertura del suelo.
La distancia de siembra entre las arbustivas, la cual puede ser en hilera o a doble hilera, varía dependiendo de la especie y del material que se utilice. Si es por medio de semilla, la distancia puede ser de 5 a 20 cm entre plantas y, si la siembra es por estaca, debe ser en forma de “X”, con una separación de 10 cm entre ellas. Así se controla la erosión y se forman terrazas naturales. La distancia entre barreras vivas depende de la magnitud de la pendiente, del grado de erosión, del sistema de labranza y de la cobertura vegetal en el espacio entre barreras.
Las cortinas rompevientos son muy comunes en áreas de pasto de corte y de pastoreo. Ellas dan protección tanto al pasto como a los animales. La altura y forma de la cortina (dos o más hileras; reducción de distancia entre plantas) es muy importante porque de esto depende la reducción de la velocidad del viento. La protección de una cortina rompevientos alcanza aproximadamente una distancia 15 veces superior a su altura. La orientación de la cortina debe ser perpendicular a la dirección del viento predominante.
CAPÍTULO 2
ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PASTURAS
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
Describa los pasos por seguir para el establecimiento de una pastura.
Describa las ventajas y desventajas de los diferentes métodos de preparación de terrenos.
Describa las ventajas y desventajas de los diferentes métodos de siembra.
¿Cuál es el nutriente o más importante por aplicar y por qué?
Defina “carga animal” y explique su importancia sobre el manejo de pasturas.
Describa los diferentes sistemas de pastoreo y explique cuál es más importante, según su criterio.
Describa cada uno de los factores que influyen sobre el consumo voluntario.
Describa el desarrollo de un programa de mantenimiento de pasturas.
¿Cuáles son las principales plagas y sus efectos sobre las pasturas?
Explique que es una pastura degradada y cómo puede recuperarse.
¿Qué es un sistema silvopastoril?
Cuál de las técnicas silvopastoriles utilizaría en el Trópico Seco y por qué?
Calcular la carga animal, número de apartos y el tamaño de éstos para una pastura de B. brizantha de 7 días de ocupación y 28 días de descanso, con 45 animales en pastoreo y un peso promedio de 325 kg. Una unidad animal equivale a 400 kg.
CAPÍTULO 3
SISTEMAS DE PASTOREO
OBJETIVO GENERAL
• Lograr el conocimiento de los diferentes tipos de pastoreo que se utilizan en el manejo eficiente de las praderas.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Describir los diferentes tipos de pastoreo que se usan tradicionalmente en el manejo de los potreros, indicando sus principales características y las ventajas y desventajas de cada uno de ellos.
2. Enunciar las leyes de pastoreo rotacional e indicar la importancia de cada una de ellas en relación con la carga animal que debe mantenerse en una pradera.
3. Definir el concepto de valor cultural y sus implicaciones.
4. Calcular el número de potreros que se requieren en un sistema de pastoreo rotacional, así como establecer la capacidad de carga de cada potrero.
5. Calcular la cantidad de forraje que requiere un animal en un sistema de confinamiento o estabulación.
A. GENERALIDADES
El pastoreo constituye la forma predominante y más económica de alimentación de los bovinos en nuestro país. Por ello se hace necesario disponer de un conocimiento básico de los diferentes aspectos relacionados con él, de manera que el animal aporte los mejores rendimientos productivos, para ser utilizados oportunamente para el consumo humano.
Para efectos prácticos, se puede definir el pastoreo como la alimentación directa de los animales con pastos de piso sobre el cual se desplazan de manera voluntaria para la selección de las cantidades de pasto requeridos para llenar sus necesidades, de mantenimiento, reproducción y producción.
Por lo anterior, le corresponde al hombre poner a disposición de los animales forrajes en la cantidad y calidad requeridas durante todo el año, para lograr la máxima productividad. Para tal propósito debe considerarse, eventualmente, la fertilización y el manejo y control de malezas y plagas.
Los forrajes requieren, en general, condiciones básicas de clima y de manejo para lograr los mayores rendimientos. Para el caso concreto de nuestro país se presenta una gran variedad de condiciones edafoclimáticas de las diversas regiones ganaderas, por lo que el productor debe conocer los principios básicos que norman la producción de una pastura, así como de las condiciones propias de la finca, para definir una estrategia de manejo que le permita exacerbar su potencial productivo, para alcanzar de esta forma el máximo rendimiento de la pastura.
Entre las dos limitantes de mayor relevancia, en el manejo que los ganaderos realizan de sus pasturas en el país, se puede citar la falta de una adecuada división de potreros y el desconocimiento de los principios que rigen las normas del pastoreo racional, además de las características agronómicas propias de cada especie.
B. SISTEMAS DE PASTOREO
El sistema de pastoreo siempre se ha considerado como una herramienta importante de manejo, mediante la que se ejerce control sobre la utilización que el animal hace de la pastura. Son seis las formas básicas de manejo que se describirán a continuación.
1. Alterno
Consiste en dividir un potrero en dos partes de dimensiones similares. Una vez realizado esto, los animales pastorean en una parte del potrero, mientras la otra permanece en descanso. Este sistema permite ajustar mejor la carga animal, que en un potrero continuo. Así mismo, se puede obtener un mejor uso de los fertilizantes, controlar las malezas y ejercer un manejo más adecuado de los animales. Requiere, por lo general, de un período de ocupación por potrero más largo que el requerido en el pastoreo rotacional.
Figura 51. Sistema de pastoreo alterno.
Una ventaja de este sistema, es el bajo costo en la hechura de cercas, ya que con solo trazar una cerca a la mitad de la finca se obtienen dos potreros, además de que solo se utilizará un bebedero y un comedero.
Una desventaja importante del sistema de pastoreo alterno, es que tanto los días de ocupación como los de descanso serán iguales (14 de ocupación y 14 de descanso). Esto hace que el animal consuma solo el rebrote, afectando así la persistencia de la pastura. Este sistema contradice las leyes de pastoreo de Voisin.
2. Continuo
Este sistema consiste en mantener todos los animales en un solo potrero. Constituye el sistema de mayor predominancia en las explotaciones ganaderas de carne del país, debido a la cultura de producción extensiva del ganadero, a la menor inversión que significa comparado con el rotacional y a que exige una menor división de potreros.
Se ha llegado a determinar que el pastoreo continuo es ineficiente relacionándolo con un uso extensivo de la pradera. No obstante, es necesario aclarar que en el pastoreo continuo puede hacerse un uso intensivo del recurso forrajero. En este sentido, un sistema será intensivo si se hace un aprovechamiento máximo del recurso pasto y extensivo cuando el aprovechamiento es mínimo. Estos procesos conducen al sobrepastoreo o al subpastoreo, según corresponda.
Figura 52. Sistema de pastoreo continuo.
Para ilustrar este concepto, Boschini, C., 1984, menciona que en una experiencia desarrollada en la Estación Experimental Ganadera de Ruakura, en Nueva Zelanda, se probaron varios tipos de pastoreo bajo idénticas condiciones climáticas, técnicas y de aplicación de insumos, durante 25 años. Los resultados no favorecieron a ninguno de ellos. Es posible que bajo altas cargas animales se observarán diferencias más notorias. Por supuesto, es evidente que la intensificación basada en la aplicación de fertilizantes trae buenos resultados, pero esto significa pasar de un sistema extensivo a intensivo, cualquiera sea el tipo de pastoreo o el tamaño de la explotación.
En la práctica, como un concepto general se puede mencionar que en un pastoreo continuo existe una gran tendencia a trabajar el potrero en forma extensiva, sin un control estricto del número de animales que soporta la pradera; de ahí que si se maneja un número elevado de animales en el potrero, en relación con la disponibilidad de forraje, se conducirá al sobrepastoreo, mientras que si se utiliza un número reducido se producirá el subpastoreo.
No obstante, se puede indicar que bajo el sistema de pastoreo continuo se puede obtener, perfectamente, un aumento mayor de peso diario por animal, que el que se da en cualquier otro sistema de pastoreo, siempre y cuando se haga un uso intensivo del forraje disponible.
La ventaja de este sistema es su bajo costo de establecimiento, ya que se reduce a cercar la periferia de la finca y solo se utiliza un bebedero y comedero. La desventaja es que se hace difícil el control de malezas y con el tiempo, se da una mayor compactación y disminuye la persistencia de la pastura
3. Rotacional
Figura 53. Sistema de pastoreo rotacional.
Consiste en dividir todo el área de una pastura en apartos, de manera que, mientras uno está ocupado, los demás permanecen en descanso. Este sistema tiene en cuenta que el objetivo principal de la producción y utilización de los pastos es el incremento en la productividad de la finca, en general.
Para establecer este sistema, es importante conocer las características agronómicas y productivas de las especies forrajeras, ya que con base en éstas se define el período de ocupación y descanso para cada especie; además, es importante conocer la topografía de la finca para establecer las fuentes de agua y los comederos.
La desventaja de este sistema, consiste en el mayor costo en la hechura de apartos y mantenimiento de cercas y que requiere de un mayor número de bebederos y comederos.
Entre las ventajas del pastoreo rotacional están las siguientes:
Se puede llevar a cabo un manejo animal de acuerdo con la estratificación del hato.
Se logran quebrar, interrumpir, los ciclos de desarrollo de los parásitos.
Se realiza un mejor control de las malezas.
Se puede realizar un manejo adecuado, cuando se tienen pasturas asociadas, de gramínea - leguminosa.
Se facilita la fertilización, por ser un sistema intensivo de producción, con áreas accesibles.
Se puede dejar un aparto, en cierta época de año, para elaborar pacas de heno.
No obstante lo anterior, un sistema rotacional con una división excesiva de potreros no se justifica. Se asume, entonces, que lo más importante para un manejo adecuado de pasturas es tener una carga animal óptima y un número adecuado de apartos, dependiendo del tipo de pastura.
Para lograr un conocimiento más profundo sobre los alcances del pastoreo, seguidamente se analizarán las cuatro leyes de Voisin, basado en los requerimientos, tanto del pasto, como del animal.
a. Primera Ley
“Antes de que una pradera esté lista para pastorear, es necesario que haya transcurrido un intervalo suficiente entre dos pastoreos consecutivos, con el fin de permitirle al pasto la acumulación de las reservas necesarias para estimular un crecimiento vigoroso después del corte o pastoreo, y la producción de mayor cantidad de forraje por hectárea”.
El descanso adecuado del pasto permite, no solo mayor producción de forraje por hectárea, sino mayor persistencia de las pasturas bajo condiciones óptimas de producción. El período de descanso varía según las condiciones climáticas prevalecientes en una región y, por supuesto, de la especie forrajera existente.
b. Segunda Ley
“El período total de ocupación de un potrero debe ser lo suficientemente corto para que una planta que fue cosechada por el animal, el primer día o a principios del período de ocupación, no sea cosechada de nuevo por la mandíbula del animal antes de dejar dicho potrero”.
En un sistema de pastoreo continuo, el animal tiende a seleccionar su alimentación consumiendo los rebrotes, hojas y tallos tiernos. Si la capacidad de carga del potrero está por debajo del óptimo, una gran proporción del forraje se tornará leñoso y puede ocurrir que el grado de lignificación del pasto sea tal que el ganado no consuma forraje para su mantenimiento, sin importar que se le haya asignado un número de hectáreas superior a la requerida por el animal.
Si la capacidad de carga es óptima, un período de ocupación demasiado largo aumentaría la probabilidad de que el ganado coseche el rebrote de la misma planta varias veces durante el período de ocupación. Lo anterior, obviamente, viola la Primera Ley, puesto que no se permite a la planta acumular las reservas necesarias para el rebrote vigoroso, persistencia y máxima productividad. Al prolongar el período de ocupación, se reduce la producción del pasto, lo que es más drástico cuando las condiciones del crecimiento son menos favorables, particularmente si la precipitación es baja.
En resumen, para evitar las cosechas consecutivas de la misma planta en un solo pastoreo, se recomienda que el período de ocupación del potrero no exceda los cuatro días y que el período máximo permitido sea de seis días.
c. Tercera Ley
“A los animales con requerimientos nutricionales más altos, debe permitírseles cosechar la mayor cantidad de pastos y de mejor calidad”.
Corolario 1
Pastos con un promedio de altura entre 20 y 80 cm permiten al animal cosechar la cantidad máxima de forraje de mayor calidad.
En general se recomienda que, según la especie, el pasto se pastoree hasta una altura de 15 a 20 cm sobre el nivel del suelo. Su recuperación dependerá de las reservas acumuladas en las raíces y en la parte baja de las vainas de las hojas así como del área foliar no pastoreada, la que continuará el proceso de fotosíntesis. Sin embargo, para gramíneas de porte alto y crecimiento en macolla, la altura recomendada para pastoreo de los siguientes pastos sería: Transvala, Angleton, B. decumbens y B. dictyoneura, de 15 a 25 cm, Jaragua, Brachiaria brizantha, Guineas Para y Alemán, de 25 a 35 cm.
Corolario 2
A un animal cuanto menos "repase" (retorno sobre un mismo pastizal en períodos cortos), mayor será la cantidad de forraje que podrá cosechar.
d. Cuarta Ley
“Si una vaca lechera va a producir cantidades regulares de leche, no debe permanecer en un potrero más de tres días. La producción de leche máxima se obtendrá si permanece en el potrero un solo día”.
Si se aplican las dos últimas leyes, es posible aumentar la producción de leche de un 20 a un 30%. Así mismo, si se aplica la primera ley, la producción de forraje y la producción de leche pueden duplicarse.
En este sistema de pastoreo es importante determinar el número de apartos y la capacidad de carga.
b. Determinación del número de apartos
Para calcular el número de apartos en un sistema rotacional, es necesario definir el período de ocupación y el de descanso.
Para el caso del período de ocupación, se recomienda que oscile entre 3 y 7 días, mientras que el período de descanso es conveniente que varíe entre 21 y 42 días, dependiendo de la época del año, ya que durante la época seca el período de descanso debe ser mayor que en la época de lluvia, aparte de que es necesario reducir la carga animal en la época seca.
Después, de que se definen los períodos de ocupación y descanso, se calcula el número de potreros, dividiendo el período de descanso entre el período de ocupación y sumándole 1 al resultado, tal y como se indica en la siguiente fórmula:
PD
NP = ------ + 1
PO
en donde:
NP= número de potreros
PD= período de descanso
PO= período de ocupación
Ejemplo: Si el período de descanso es de 42 días y el de ocupación es de 7 días, ¿cuántos potreros se necesitarían?. Aplicando la fórmula anterior, el resultado es de 7 potreros.
c. Determinación de la Capacidad de Carga
La capacidad de carga se define como el número de animales por hectárea que puede sostener un potrero. Se calcula dividiendo la cantidad de forraje total aprovechable, entre el período de descanso y el consumo de forraje diario del animal.
Para tal propósito es necesario disponer de la siguiente información:
• Cantidad de forraje/Ha aprovechable por corte o pastoreo. Luego, calcular las pérdidas del pasto que se puedan presentar. Normalmente las pérdidas se estiman en un 30%, o sea, que sólo hay un 70% aprovechable.
• Cantidad de alimento que puede consumir cada animal. Se considera que un animal adulto consume forraje verde en promedio un 10 a 12 % de su peso vivo; por ejemplo si un animal pesa 500 kg, este consume 50 kg de forraje por día.
• El período de descanso y el período de pastoreo.
Con esta información, se puede calcular el número de animales/ha, con la aplicación de la siguiente fórmula
PFV x 0,70
NA/ha = -----------------
50 x PD
en donde:
NA/ha = número de animales por hectárea
PFV = producción de forraje verde por hectárea
0,70 = porcentaje utilizable del forraje
50 = promedio de consumo de forraje por animal cada día, en Kg
PD = período de descanso del potrero.
Ejemplo:
Si se asume una producción de forraje verde de 12 000 Kg/ha y el período de descanso es de 42 días, la capacidad de carga o número de animales por hectárea, será:
NA/ha = 12 000 x 0,70 = 4 animales/ha
50 x 42
4. FRANJAS
Figura 54. Sistema de pastoreo en franjas.
Consiste en proporcionar, diariamente, una franja de potrero suficiente para alimentar determinado número de animales.
Es un sistema recomendable para zonas lecheras donde el costo de la tierra es alto y requiere mantener una alta capacidad de carga por hectárea, y un pastoreo más uniforme.
La principal ventaja de este sistema es que hay un mejor aprovechamiento del recurso forrajero. Mientras que su desventaja es el alto costo por la gran cantidad de apartos, bebederos y comederos por establecer. Estos costos se pueden reducir utilizando cercas eléctricas.
5. Confinamiento o Estabulación
Constituye un sistema de utilización de forraje por parte del animal pero suministrado en forma de pasto de corte, heno o ensilaje. Se caracteriza porque los animales permanecen durante todo el tiempo estabulados. Tiene como ventaja que no se desperdicia pasto por el pisoteo, que el período de descanso se puede controlar mejor y que pueden aprovecharse mejor las mezclas de gramíneas y leguminosas. Sin embargo, tiene como desventaja el alto costo de mano de obra que implica la corta del forraje, así como su acarreo, y también, el manejo del pasto es fundamental porque si se suministra en su etapa productiva se esta ofreciendo un forraje de baja calidad. Por ejemplo, un pasto como el King grass o cualquier otro de corte, debe de suministrarse con una edad de rebrote entre 60 y 70 días.
La forma para calcular la cantidad de pasto con que se puede alimentar cierto número de animales con una hectárea de forraje se explica mediante el siguiente ejemplo:
El pasto Gigante o King Grass, en un período de descanso de 36 días, produce 6 kg de forraje verde por metro cuadrado. Un animal bovino tiene una capacidad de consumo del 10% de su peso vivo, es decir que un animal de 400 kg, requiere de 40 kg de forraje verde por día (FV/día).
1 ha = 10 000 m2 = 277,7 m2 / día
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(277,7 m2 /día) x (6 kg/FV/día/m2) = 1660 kg FV/día
1660 Kg/FV/día = 42 animales/ha
40 Kg/UA/día
Considerar que,
FV = forraje verde
UA = unidades animal
m2 = metros cuadrados
6. Pastoreo con Suplementación
Esta modalidad de alimentación se recomienda, sobre todo durante épocas críticas de escasa disponibilidad de forraje, con el propósito de llenar las necesidades nutricionales de los animales, especialmente las relacionadas con energía, proteína, vitaminas y minerales.
Existe una gran cantidad de alimentos que consumen los animales, de los cuales los forrajes, en el caso de ganado bovino, son la base fundamental. Estos, manejados eficientemente bajo un sistema de pastoreo adecuado y con una capacidad de carga óptima, satisfacen las necesidades nutricionales durante una época del año; pero cuando hay escasez de forraje, ya sea por mal manejo (sobrepastoreo) o por condiciones climáticas adversas, es necesario suplementar con fuentes proteicas, energéticas y minerales.
a. Suplementos proteicos
Los suplementos proteicos son aquellos alimentos que presentan un alto contenido de sustancias nitrogenadas, ya sea que se encuentren éstas como proteína verdadera o como nitrógeno no proteico (amoniaco, aminas, etc.).
Entre los suplementos más utilizados como fuente proteica se encuentran las leguminosas, algunos subproductos agroindustriales y los concentrados, utilizados esto últimos principalmente en ganaderías de leche.
Las leguminosas se pueden utilizar en pastoreo directo, sea asociadas con gramíneas en potreros o bien como bancos de proteína. A la vez, dependiendo de la leguminosa, se puede pastorear o bien cortar, picar y suministrar en comederos.
Entre los subproductos agroindustriales, aparte de la soya, la semolina de arroz, está la urea y la pollinaza, entre otros. Es importante resaltar de estos:
a.1. Urea
Es un producto de la industria petroquímica que se usa predominantemente como fertilizante agrícola, pero que ha sido empleado con bastante éxito en la alimentación animal, agregándola a la mezcla de concentrados o con melaza, como fuente de nitrógeno para la síntesis ruminal de proteínas.
No obstante su alto valor proteínico, la utilización es delicada, por lo que se recomienda tomar las siguientes precauciones:
• Es conveniente introducirla en forma progresiva para permitir una adaptación de los microorganismos al uso eficiente, de esta forma de nitrógeno no proteico.
• Puede sustituir de un 0,25% a un 0,50% del nitrógeno proteico de la ración. Si no se tiene experiencia con el uso de este producto no se debe incluir más del 0,25% del equivalente de Nitrógeno, de la proteína total de la ración.
• Cuando se suministra incorporada a la melaza consumida a voluntad por los animales, no debe representar más del 3% o 5% de la mezcla.
• No se debe usar más del 1% de urea en raciones completas o más del 5% en los suplementos proteicos.
• En la melaza, en los suplementos concentrados y en raciones completas, la urea debe ser incorporada disuelta de forma homogénea para evitar que sedimente.
• No es recomendable suministrarla a animales menores de seis meses.
• Se recomienda diluir la urea en un litro de agua.
a.2. Pollinaza
Este producto proviene de la colecta de las excretas de gallinas o pollos, junto con los materiales que se utilizan tradicionalmente en el piso de los galerones donde se alojan los animales(cama), restos de concentrados, plumas y otros desechos que se obtienen de la explotación comercial de estas aves en las diferentes granjas del país.
Su composición química es variable y depende del tipo de ave, de la cama y del tipo de concentrado utilizado, entre otros factores. Se reconoce su alto valor proteico de alrededor del 28%, aunque es también aceptado el mayor valor nutritivo de la pollinaza en relación con la gallinaza, por el menor período que requiere la explotación de pollos en la granja (alrededor de 6 a 9 semanas), mientras que las gallinas se mantienen en producción hasta por 1 año.
Se puede suministrar a libre consumo en cantidades diarias de 2 a 2,5 kg/ animal, mezclada con diferentes subproductos, en dietas integrales, en porcentajes de 1 a 35% de la ración. Con concentrados secos se puede aplicar del 1 al 100% y con melaza del 20 al 80% de la ración.
Es recomendable usar una relación de 30 kg de melaza por 70 kg de pollinaza, en raciones de 100 kg. Así se obtiene una mejor palatabilidad y una dieta de alto valor energético y proteico.
En corrales de engorde, se puede utilizar la pollinaza libremente ("ad libitum") con adición de melaza y alguna fuente fibrosa, como un heno o pasto.
a.3. Concentrados
Los concentrados se caracterizan por ser generalmente ricos en proteína y energía. Su contenido de proteína varía desde un 14 hasta un 24%, mientras que su contenido es de un promedio de 1800 Kcal. Estos son bajos en fibra, por lo que suelen usarse como complemento de los forrajes.
b. Suplementos energéticos
Para suplir la energía, se utilizan varias fuentes, como los concentrados. Por otro lado, están los granos de los cereales y los tubérculos, los cuales son ricos en energía, pues allí se halla en forma de almidón. La conservación de granos y forrajes en forma de ensilaje, constituye también una fuente de suplementación energética. Por último, la caña de azúcar y la melaza son otras fuentes energéticas. Respecto a estas últimas, es importante resaltar:
b.1. Caña de Azúcar
Constituye una de las más cómodas y eficientes fuentes alimenticias de suplementación para la ganadería de carne. En su proceso de crecimiento acumula nutrientes durante la época de lluvia y logra mantener la calidad durante el verano con hojas verdes y tallo jugoso. Se desarrolla en diferentes tipos de suelos a diferentes altitudes y su mantenimiento no es tan costoso, durante los ocho años que se le puede utilizar como forraje. Además, se le reconoce por su alta producción de biomasa que puede alcanzar 120 toneladas de forraje por hectárea al año, lo que permite mantener hasta 40 animales, durante 5 meses.
El suministro se debe iniciar cuando comienza a escasear el pasto. Se puede ofrecer picada mediante el uso de un cuchillo o una picadora, pero en todo caso de acuerdo con las condiciones propias de la finca, utilizando canoas o comederos para evitar el desperdicio. El tamaño de la partícula recomendado es de una pulgada
Se estima el consumo de caña de azúcar en 15 kg/día/animal. En algunos casos se recomienda agregar urea para obtener una suplementación más completa, dado que la concentración de proteína en la caña es baja, con valores promedio que oscilan alrededor del 2,5%.
b.2. Melaza
Es un subproducto que resulta del procesamiento de la Caña de Azúcar y constituye una fuente de energía fácilmente asimilable por el animal.
Se emplea para inducir el consumo del forraje, mediante su mezcla con agua, formando una solución acuosa, que se aplica a manera de rocío sobre el forraje. También se usa en alimentos en forma de concentrados, con una dosis del 20% o sola, ofreciendo a cada animal adulto bovino dos o tres kg/día.
Muchas veces se asocia con la urea, formando un suplemento de alto valor nutritivo.
c. Suplementos vitamínicos y minerales
Para suministrar las vitaminas, por lo general muchas de éstas se encuentran de forma natural, es importante establecer un programa de vacunación en el que se suministre las requeridas especialmente a la entrada y salida de la época de lluvia, cuando el forraje escasea y también para aquellos animales que, por su estado fisiológico, las necesiten.
En el caso de los minerales, las gramíneas no suplen las necesidades nutricionales de éstos, las leguminosas sí poseen un mayor contenido, pero no están disponibles todo el año; de ahí la necesidad de suplir los minerales durante todo el año y a todo el hato, asociado con la sal. Se recomienda de 1 a 2% de consumo de minerales
EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
1. Defina el término pastoreo continuo e indique sus ventajas y desventajas.
2. Analice, ampliamente, en qué consiste la Primera Ley de Pastoreo Rotacional de Voison.
3. Explique en qué consiste la capacidad de carga de un potrero.
4. Explique en qué consiste la capacidad de carga de un potrero.
Con qué y cómo suplementaría un hato de doble propósito en la región Chorotega del país, donde existe un período seco de 6 meses.
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